Cuando la sombra del padre es alargada

Cuando la sombra del padre es alargada era el título de una columna que publiqué hace un par de años refiriéndome a las dificultades que trae aparejadas para el hijo el hecho de serlo de un empresario de éxito. No es fácil ser hijo de alguien que ha alcanzado elevadas cotas de éxito en su trayectoria vital. Hay una tendencia natural, entre todos nosotros, a comparar a los hijos con sus progenitores. Este permanente ánimo de comparación puede producir diversos efectos en la persona que crece a la sombra del robusto árbol. Ante este hecho, más común de lo que parece, me gustaría brindaros la oportunidad de reflexionar desde vuestra experiencia sobre las siguientes cuestiones:

  • ¿Cuáles son las reacciones más habituales en los jóvenes cachorros?
  • ¿Son buenas para ellos?
  • ¿Y para la familia en su conjunto?

Gracias por vuestro animado debate. Espero que sea tan fructífero como el de la semana pasada.

Saludos a todos,

Josep

 

2 thoughts on “Cuando la sombra del padre es alargada

  1. Estimado profesor y participantes,
    Al igual que mis comentarios anteriores, les comparto mi experiencia real. Mi padre ha sido una persona realmente exitosa en muchos aspectos: deportivo, social, laboral, empresarial y público. Algo que admiro mucho de él es que siempre está un par de pasos adelante del promedio de personas. Nosotros somos 3 hijos, separados 3 y 7 años respectivamente, los cuales hemos vivido estadíos diferentes de nuestro padre y que ha tenido diferentes impactos. Mis hermanos mayores apreciaron la etapa de despegue y crecimiento de mi padre. Yo gocé su etapa de gloria y su consecuente decrecimiento (aunque por su energía aún parece superarnos y supera a muchos).
    En nosotros, los hijos, las reacciones han sido diversas: tratar de alcanzarlo, tratar de diferenciarse y tratar de parecerse. Pero digo tratar porque su imagen, personalidad y vigencia hace – creo – que siempre estemos a su sombra. Y ello ha generado diversas reacciones: separación, aleamiento, desinterés y cierta frustación. Y es que, como menciona Carlos, depende de la formación que de el padre y de la capacidad de ceder y/o compartir protagonismo.
    Y es que el padre lider y emprendedor surgió por una necesidad y por una motivación grande, lo cual es su motor de crecer y que dificilmente se va a desacelerar pues es su escencia, su atributo de valor y su ventaja competitiva.
    Mi padre fue un gran directivo de un club y luego de algunos años de salir de la presidencia del mismo, una lista candidata me invitó a ser parte de la lista de directivos (en ese tiempo tenía 25 años). Yo le comenté el hecho a mi padre y su reacción fue de preocupación, pues entendió que la invitación que me hicieron fue para aprovechar su imagen y, consecuentemente, votos. Obviamente yo me sentí desvalorado por él, pues aún cuando «mi» lista salió elegida, él se preocupaba de que haga las cosas bien no por mi desarrollo, sino por el impacto que pudiese tener en su imagen. Así lo dijo alguna vez y así lo sentí durante el tiempo que fui dirigente. Ello, junto con otras anécdotas y vivencias han hecho que yo prefiera estar alejado de su «círculo de influencia» y tratar de lograr mi propia realidad, aunque eso me implique empezar desde abajo y construir mi propio nombre.
    A nivel familiar creo que también ha tenido un efecto, pues creo que entre mis hermanos no sabemos encontrar nuestro «nicho» donde ser exitosos y reconocidos como es nuestro padre. Y eso afecta a la familia y a la empresa, pues no sabemos compartir «protagonismos» hasta la intención de competir internamente se ha vuelto incómoda. Preferimos vivir nuestra vida «cada uno en su esquina» y no salimos a combatir como deberíamos… como lo «deberían» hacer los hijos de un gran lider.
    Como ejemplo adicional, y como caso de análisis complementario, les recomiendo ver la película «Gladiador», especialmente en el momento en el que el rey, viejo y cansado, trata de decirle a su hijo, joven y engreido, que no será el nuevo César. Ello nos debe llevar a pensar: ¿que vamos a hacer con nuestra propia decendencia? Otra difícil pregunta.

  2. Buenos días Profesor Tapies, le saluda Carlos Lee desde Caracas, nuevamente para continuar con sus muy interesantes planteamientos sobre las situaciones que deben afrontarse en las empresas familiares. En relación a sus preguntas deseo compartir las siguientes reflexiones:

    ¿Cuáles son las reacciones más habituales en los jóvenes cachorros?
    *Va a depender de la forma en que estos sean educados y de los planes que el fundador o fundadora tenga al particular. La reacción pudiera ser de espera paciente, si la familia de origen es tradicional; a ello habría que agregar la posibilidad que el mayorazgo se imponga y espere el momento de asumir el liderazgo. En otros casos la impaciencia es tal que el poder es arrebatado al padre. Como quiera que sea los jóvenes están en el deber de generar confianza hacia sus padres de su interés y capacidad de manejar la empresa.
    ¿Son buenas para ellos?
    * Pienso que en este aspecto es riesgoso para los jóvenes, y la vida es ya, tiene un ciclo para probar y lograr sus propias metas. La sombra larga del padre bien pudiera ocultar a una generación de relevo quizas más.
    ¿Y para la familia en su conjunto?
    *En el sentido positivo debe prosperar la comprensión y el entendimiento, caso contrario prosperaría la incertidumbre acompañada de las rupturas que esta situación conlleva.

    Gusto en dialogar con Ud. y seguidores, hasta el próximo diálogo

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