Enseñar a hacer

Enseñar a hacer es ayudar a las personas a aprovechar sus potencialidades para poder  vivir mejor. Hacerlo en una Familia Empresaria exige un esfuerzo mayor pero también ofrece grandes recompensas a la persona que enseña, porque enseñar ofrece una excelente oportunidad de aprender dos veces.

Tenemos la gran fortuna de poder vivir en el periodo de mayor divulgación del conocimiento de toda la historia de la humanidad. Las actuales  tecnologías de comunicación están ofreciendo la posibilidad de acceso inmediato a los conocimientos que hace tan solo algunas décadas atrás estaban reservados a círculos muy selectos. Este recurso hay que saber aprovecharlo, pero no sin tener primero en cuenta algo esencial que es la obligación de cumplir con las obligaciones que tiene cada familia.

En el caso de cualquier familia existen dos obligaciones fundamentales. En primer lugar está el deber de   proporcionar a los hijos los cuidados necesarios para que crezcan sanos y darles la mejor educación; siendo este último aspecto una cuestión que afecta todas las escalas sociales pues lo mas importante se enseña en casa. Un segundo deber es fomentar en ellos la sociabilidad, el proceso de enseñarles a relacionarse con los demás y el resto de la sociedad.

Estas son dos obligaciones que tienen todas las familias, pero en el caso de la familia empresaria, ésta se autoimpone una tercera obligación que tiene mucho que ver con el anunciado de este post.

La tercera obligación, implicita en una Familia Empresaria, es enseñar a hacer empresa. Es trasmitirles a los hijos la ilusión de ser empresarios. Y esto no se enseña ni en la escuela, ni en la universidad y mucho menos en las redes sociales digitales. Y en casa solo se puede enseñar esta cuestión si los hijos oyen a hablar de lo importante que es para la saga ser empresarios. No se puede amar aquello que no se conoce : Nihil volitum nisi praecognitum.

El seno de la familia empresaria ofrece una excelente oportunidad de desarrollar tanto las habilidades sociales, como las profesionales.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=cd4jkb_0j7Q&feature=youtu.be[/youtube]

Enseñar a hacerlo es una de las principales responsabilidades de la generación al mando e independientemente de si la persona quiere ser empresario o no, los valores que aporta este aprendizaje serán muy importantes para cualquier profesión que uno escoja. Es un proceso que aporta valores como la cultura del esfuerzo, la austeridad y otros muchos valores, a la vez que desarrolla habilidades profesionales universales, como son la capacidad de organización, planificación, y trabajo en equipo, sin los cuales ninguna profesión puede tener éxito, a menos que consideremos a la de «genio» como una profesion.

En el caso de familias que hayan acumulado un patrimonio que quieran preservar, un órgano que puede ser muy útil en el proceso de enseñar a hacer es el Family Office. Es una parte de la estructura de gobierno de la familia empresaria, cuya función principal es ofrecer a nuestros hijos la posibilidad de administrar nuestro patrimonio con austeridad y ambición, con el propósito de:

 

10 thoughts on “Enseñar a hacer

  1. Que buenos aportes e intervenciones !!!
    Rogelio hablo’ del tema de la comunicacion , importantisima , y que cuesta mucho en mi empresa . Yo agregaria el tema de los caracteres, de las personalidades que a veces no son compatibles , no se toleran , chocan y eso lleva a que el trabajo no se haga bien o se haga 2 veces . Por que’ ? Porque no se comunican . Se comunican mal porque tienen «roces » entre las partes . En conclusion : caracter + comunicacion .
    Mis saludos
    Josefina

    1. Gracias Josefína,
      La empresa familiar es una compleja estructura cuyas dinámicas están constantemente sometidas a la interacción entre dos de los motivadores más potentes del ser humano: los afectos y el dinero.
      Esto muchas veces dificulta las relaciones e impide una comunicación fluida. Para mejorarlo con el crecimiento de la empresa es imprescindible ir construyendo los y órganos de gobierno, acompañados de políticas y procesos que faciliten una comunicación más fluida entre la familia y la empresa.
      Saludos,
      Josep

  2. Se titula enseñar hacer. Estoy en total de acuerdo con Josep Tapies. Lo primero que hay que hacer es educar a una persona, dotarle de unos valores correctos y ayudarle a que esta persona, se convierta en una persona sociable y preparada, para el mundo hoy en día. La familia empresaria tiene una tercera función la cual resulta más difícil, que es inculcar el espíritu empresarial, el cual impulso a las generaciones anteriores a crear la empresa y las siguientes a preservarla. Según mi punto de vista a la vez que se inculca este espíritu emprendedor y ambicioso, tiene que ir siempre acompañado de unos valores de respeto a los trabajadores y las personas las cuales tenemos subordinadas. La mejor forma de que un descendiente entienda el funcionamiento de una empresa, y valoré lo que ha costado llevar al compañía al sitio donde está actualmente, es que la empiece a conocer desde abajo, igual que la comenzó su fundador, siendo un trabajador más de la fábrica, tienda o servicio.

    1. Daniel,
      Efectivamente: No se puede amar aquello que no se conoce, y una buena manera de hacerlo es ir conociendo desde la más temprana edad todos los elementos y procesos que componen el proyecto empresarial, empezando por supuesto por los valores que lo sustentan.
      Saludos,
      Josep

  3. Estoy de acuerdo con el firmante del post , en que el proceso de aprendizaje , no solo consiste en una mera transmisión de conocimientos en un sentido unidireccional; sino que mas bien es un proceso interactivo y bidireccional , donde debe existir un feedback entre el que enseña y el que aprende , y en ocasiones se pueden y se deben intercambiar los papeles.
    En este proceso de transmitir a la siguiente generación los conocimientos , no se puede obviar los intangibles del aprendizaje , que por muchas conversaciones que se tengan y horas que se dediquen a ser el segundo de abordo , no se van a captar, si no se practica una cierta inteligencia emocional por ambas partes.
    En ocasiones y si miramos objetivamente por el ojo de una cerradura, podríamos ver , que los hijos se parecen a sus padres mas, de lo ninguno de los dos seria capaz de reconocer, y sin embargo nadie fue consciente de esta simbiosis mientras duraba el proceso.

    1. Elisa,
      Muchas gracias por tu acertado comentario. Efectivamente, la interacción bidireccional es la clave para que el aprendizaje sea integrado dentro del marco de la cultura y valores en el que cada uno fue educado. Desde mi experiencia diría que más que un proceso bidireccional es un proceso multidireccional, porque los elementos y factores que influyen en él son múltiples e implican un importante bagaje histórico-cultural de la familia empresaria.
      Cada generación ha de aportar el esfuerzo e interés genuino en este proceso.
      La generación entrante ha de «reinventar» la empresa familiar pero teniendo muy en cuenta los valores y la cultura establecidos.
      Solamente así el proceso evolucionará integrando el pasado en el presente.
      Saludos,
      Josep

  4. Un maestro nos decía «no existe pregunta mala, solo existen malas respuestas». Yo creo que lo más importante es tener una buena comunicación. Es por su ausencia que no se definen bien los límites claros y objetivos entre familia y negocio.
    Le mando un afectuoso saludo

    1. Rogelio,
      Tenía mucha razón tu maestro, por esto siempre me gusta recordar uno de los valores más importantes a cuidar en la familia empresaria; es la Libertad. Cuando todos los miembros lo perciben, es muy fácil establecer pautas que permiten que haya una buena comunicación y unas buenas preguntas.
      Saludos,
      Josep

  5. Como apuntaba en mi comentario al primer post de esta serie, bajo mi criterio este es el aspecto fundamental: enseñar a hacer, que incluye no sólo los aspectos técnicos (educacion) sino humanos (valores).

    Uno de los objetivos de la Familia Empresaria es la perdurabilidad de la empresa familiar, y sin unos valores humanos sólidos, esa perdurabilidad no es factible.

    1. Esteve,
      Efectivamente, la perdurabilidad es uno de los principales objetivos de la Familia Empresaria y por ello cabe recordar constantemente que una generación de la familia es la principal unidad de tiempo a tener en cuenta a la hora de hacer la estrategia de cara a la continuidad del proyecto empresarial.
      Saludos
      Josep

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