Muchas veces, cuando no se consiguen resultados con la innovación se debe a la falta de un buen liderazgo. El ejemplo de los directivos es esencial para crear una cultura innovadora en la empresa, porque la cultura innovadora empieza por la dirección, como explica Joaquim Vilà, profesor de dirección estratégica e innovación del IESE, en este artículo de IESE Insight. Con su comportamiento diario, los líderes muestran cuánto valoran la actitud innovadora. Por ejemplo, si reconocen las aportaciones creativas de sus colaboradores, esto les animará a seguir aportando ideas. Además, así conseguirán el compromiso de todo el equipo, que sentirá libertad suficiente para compartir sus planteamientos.
Y no solo eso: los líderes innovadores incentivan la actitud innovadora de sus colaboradores ofreciendo formación y herramientas que faciliten la creatividad. Un buen ejemplo es Metalquimia. El director general de esta empresa familiar dedicada a la fabricación de maquinaria y tecnología de vanguardia para la industria cárnica, Josep Lagares, está tan convencido de la importancia de contar con una plantilla innovadora que todo el personal asiste regularmente a cursos sobre técnicas creativas.
¿Qué más tienen en común los líderes de las empresas más innovadoras? Por supuesto, no existe un patrón único, pero explica Vilà que si analizamos la experiencia de empresas altamente innovadoras y cómo se comportan sus directivos, veremos que comparten algunas características que pueden ser una fuente de inspiración.
A la mayoría de directivos innovadores les motiva perseguir un sueño, algo que también es característico de las empresas familiares. Los fundadores de muchas empresas arriesgan a veces todo su patrimonio para hacer realidad un deseo que, si luego logran contagiar al resto de miembros de la familia y a las siguientes generaciones, puede convertirse en un proyecto familiar compartido. “Cuando los ejecutivos sienten una gran pasión por la misión que da sentido a la empresa y la innovación, su claridad de propósito y energía contagian entusiasmo”, en palabras de Vilà.
En las empresas innovadoras, los directivos tienen una mentalidad abierta y están dispuestos a explorar nuevas formas de hacer las cosas. “Hay otra forma de hacer las cosas y la nuestra no es ni mejor ni peor que la que llevan a la práctica otras empresas”, explica Antonio Ramírez, director general de Aperitivos Medina, en esta entrevista publicada en Expansión. Es la lección que aprendió la familia Medina cuando recompró la empresa que llevaba su apellido. “Aprendimos a defender nuestra forma de hacer las cosas y nuestra historia, pero también a dar entrada a gente con nuevas ideas. Nos dimos cuenta de que no podíamos tener éxito mirándonos tanto el ombligo”, añade Ramírez, que es sobrino de los fundadores de la marca. Hoy disponen de más de 700 referencias y no solo elaboran patatas fritas, también venden diferentes variedades de frutos secos y frutas desecadas.
Las empresas innovadoras sustituyen el “no es posible” por el “no lo sabemos hacer”. El lema de Ikea lo deja muy claro: “Nunca digas nunca”. Sin olvidar, por supuesto, que la experimentación tiene ciertos límites, pues hay que encontrar el equilibrio entre el ensayo y error, y la viabilidad económica. No olvidemos que toda empresa mercantil es un negocio y, como tal, busca resultados, aunque no sean inmediatos.
De hecho, otro rasgo que caracteriza a los líderes innovadores es tener una visión a largo plazo. Saben que muchas veces las innovaciones necesitan tiempo para ser rentables, pero son perseverantes y pacientes si creen que el proyecto tiene futuro.
“La innovación debe entenderse como un largo recorrido de logros crecientes basados en el trabajo y la constancia. Hay que tener un objetivo claro, pero también dejar lugar para la experimentación”, apunta Vilà. Y cita las palabras de Jeffrey Immelt, expresidente y CEO de General Electric: “Es un maratón. No es una carrera de velocidad. Debes tener un plan. Tienes que ceñirte a él. A veces deberás modificarlo, pero cada día hay que levantarse y jugar duro”.
Pues últimamente vemos en las noticias a muchos líderes y directivos que lo único que tienen en común son las cuentas en paraísos fiscales, y efectivamente eso también produce un efecto imitación, no del bueno, pero lo produce.
Es interesante estudiar la bifurcación que se ha producido entre las empresas innovadoras relacionadas con servicios, y aquellas relacionadas con la industria. Mientras que las primeras tienen su base innovadora en la incorporación de metodologías, creatividad y tecnología de software, las segundas basan su innovación en la incorporación de tecnología robótica que automatice los procesos haciéndolos más productivos y rentables.
Eso nos lleva a una reflexión, ¿está ligada la innovación con la destrucción de empleo? ¿O por el contrario, la innovación creará nuevos empleos donde el capital humano cobre especial protagonismo a través de áreas como la creatividad, la filosofía y la estrategia?
Dejando a un lado mi reflexión, muy buen artículo y mis felicitaciones para el autor.
Un saludo
en mi opinión : capacidad de asociar (ideas, influencias) y de preguntar en cuestion la orden establecida