“En nuestra empresa familiar solo pueden trabajar familiares directos”

En Ximénez Group no trabajan nueras ni yernos, solo familiares directos. “Solamente permitimos ramas directas. Nos ha ido bien así”, explica Francisco Jiménez, presidente de esta empresa familiar cordobesa con 75 años de historia y miembro de la segunda generación.

Él y sus tres hermanos han decidido quién le sucederá en la presidencia en el futuro: de los ocho familiares directos de la tercera generación, el elegido ha sido Mariano Jiménez, sobrino de Francisco y el actual director general de la compañía.

Esta empresa familiar, líder en iluminación decorativa y artística en España, cuenta con un protocolo familiar en el que se detallan con claridad las responsabilidades de cada miembro de la saga, según explican en esta entrevista en ABC. Aunque no hace falta que sea tan restrictivo como el de Ximénez Group, todas las empresas familiares deberían contar con un protocolo familiar, pues en este documento se concretan las normas que regulan las relaciones entre la familia y la empresa.

Aunque yo prefiero llamarlo constitución, es un documento en el que se establecen pautas y por eso ayuda a evitar tensiones. Al ser el resultado de un proceso de debate y consenso familiar, resulta muy enriquecedor para la familia propietaria y es, sin ninguna duda, una inversión de futuro. Como dice Alfonso Chiner en esta entrevista, “el protocolo familiar es la mejor herencia que se puede traspasar a la siguiente generación” .

El consejo de familia es quien debe liderar la creación del protocolo familiar y velar por su cumplimiento. Este órgano de gobierno es “básico en toda familia empresaria”, señala Salvo Tomaselli en este vídeo, en el que también explica que el gobierno familiar tiene como objetivo “alinear las perspectivas de las distintas ramas de la familia propietaria con las perspectivas de la empresa familiar”.

Por eso es tan importante que todas las empresas familiares cuenten con órganos de gobierno familiar, además de la imprescindible estructura de gobierno corporativo. Están en juego no solo el éxito y la continuidad del negocio, sino también la unión y la felicidad de la familia propietaria, como explica Alfonso en la entrevista antes citada.

Teniendo todo esto en cuenta, las empresas familiares que quieran garantizar su longevidad deberían crear órganos formales en los que tratar los temas relacionados con la familia, y asegurarse de que estén claramente definidas sus funciones y su composición. En el próximo post veremos algunos aspectos a tener en cuenta para el correcto funcionamiento de los órganos de gobierno familiar.