Carla Terry Osborne es la responsable de las relaciones institucionales del Grupo Osborne. Entre sus principales proyectos, destacan la conmemoración del 250 aniversario de la empresa, que celebrarán en 2022, y la creación de orgullo de pertenencia entre los más de 330 accionistas de la compañía.
Me incorporé a Grupo Osborne en 2016 como responsable de relaciones públicas de la empresa y comunicación de la Fundación Osborne. Mis estudios se centraron en la arquitectura y el diseño, siguiendo los pasos de mi madre y de otros familiares que han sido grandes arquitectos y/o artistas.
He trabajado en varios estudios de arquitectura, y uno de ellos en particular me llevó a colaborar durante 5 años con una empresa que se dedicaba a gestionar patrimonio histórico en manos privadas: palacios, castillos, etc. Durante esos años realicé tareas de asesoramiento y localización del patrimonio privado, así como de gestión de experiencias únicas en estas localizaciones. Fue una vivencia inolvidable en la que aprendí muchísimo.
Por aquel entonces supe que mi familia buscaba un candidato entre los accionistas para unirse a la empresa familiar y decidí que era mi oportunidad para aportar mi granito de arena con todo lo que había aprendido en los últimos años.
Por supuesto, sabía que iba a suponer todo un reto para mí. Por un lado, porque no estaba muy familiarizada con el mundo del vino, salvo algunas pinceladas que había oído en alguna conversación que otra. Por otro lado, porque era consciente de la competencia que tendría para conseguir el puesto.
Además, el proyecto suponía un cambio de residencia que tuve que sopesar con calma: la vida en Madrid y la libertad que tenía allí me gustaba mucho, y sabía que no iba a resultar sencillo cambiar de una ciudad grande a una tan pequeña y alejarme de mis amigos.
“Me ilusiona poder contribuir al crecimiento y puesta en valor de nuestro patrimonio, nuestro legado, así como hacer que los accionistas se sientan más participes de nuestra compañía”.
Hoy por hoy, estoy muy contenta, adaptada a El Puerto y súper convencida de que tomé la decisión correcta. Soy consciente de la suerte que tengo y de la responsabilidad que ello conlleva.
Actualmente me ocupo de las relaciones institucionales de Grupo Osborne y de la comunicación de Fundación Osborne. Uno de los principales proyectos en los que estamos trabajando es la organización y diseño de las acciones conmemorativas de nuestro 250 aniversario, que celebraremos en 2022. Claramente un hito histórico e irrepetible de la trayectoria de nuestra compañía.
Me ilusiona poder contribuir al crecimiento y puesta en valor de nuestro patrimonio, nuestro legado (una tradición de más de dos siglos), así como hacer que los accionistas se sientan más participes de nuestra compañía. ¡Todo un reto teniendo en cuenta que el número de accionistas no deja de crecer! Ya vamos por la 8ª generación, cada vez somos más miembros en la familia y estamos más dispersos geográficamente.
Fomentar el orgullo de pertenencia entre los accionistas
Para nosotros es muy importante crear orgullo de pertenencia entre los accionistas y convertirlos en auténticos embajadores de marca, aunque no trabajen en el día a día de la empresa. Para lograrlo, es importante que se sientan identificados con los principios y valores de la compañía, y para eso tienen que estar informados y conocer los objetivos que persigue la empresa.
Tenemos un departamento de atención al accionista en el que llevamos a cabo un proyecto llamado “Accionistas en Acción”, que precisamente persigue estos objetivos. Ofrecemos formaciones de producto, para hacer de los accionistas “embajadores de las marcas”, potenciamos la participación activa en los proyectos de la Fundación Osborne y organizamos encuentros familiares donde se fomentan las relaciones entre las distintas generaciones de accionistas.
“Para nosotros es muy importante crear orgullo de pertenencia entre los accionistas y convertirlos en auténticos embajadores de marca, aunque no trabajen en el día a día de la empresa”.
También queremos acercar la compañía a las nuevas generaciones y para ello hemos diseñado una app muy práctica donde vamos publicando todas las novedades y temas relevantes que deben conocer. Funciona como una red social entre la familia. Todo un reto, puesto que tenemos accionistas de perfiles y edades muy distintos, y la aplicación ha de resultar atractiva para todos.
Por otra parte, la Fundación Osborne tiene un papel fundamental en el fomento del orgullo de pertenencia entre los accionistas. Uno de sus objetivos es la preservación y difusión del patrimonio de la familia. Por ello, intentamos siempre vincular a los accionistas en las acciones que se llevan a cabo, también en las de voluntariado.
Separando propiedad y gestión
Actualmente solo hay cuatro accionistas trabajando en la empresa familiar, y dos de ellos son el presidente y el CEO. Contamos con un sistema muy profesionalizado que establece que ningún accionista trabaje en el negocio, salvo petición expresa del comité de dirección.
A principios de los años 80 del siglo XX, se decidió profesionalizar completamente la gestión de la empresa. Por aquel entonces, aún había algunos accionistas trabajando para la empresa familiar, que gradualmente fueron saliendo.
Separar propiedad y gestión conllevó contratar talento más allá de la familia, siempre bajo la supervisión del consejo de administración, actualmente formado por 10 accionistas. Esta decisión tuvo sus pros y sus contras, pero con el tiempo hemos visto que fue la más acertada.
“Contamos con un sistema muy profesionalizado que establece que ningún accionista trabaje en el negocio, salvo petición expresa del comité de dirección.”
Hoy en el régimen de incorporación de accionistas o familiares a la gestión de la empresa familiar consta que:
“El comité directivo debe hacer la petición a dirección general de la necesidad y conveniencia de la incorporación de un/a accionista, que lo someterá a aprobación del consejo previo informe de la comisión de nombramientos y retribuciones. Así mismo, el director general, a través de un headhunter externo, realizará un concurso abierto entre todos los accionistas para determinar el/la candidato/a más adecuado/a para el puesto”.
De esta manera logramos que el proceso sea lo más transparente y objetivo posible.
Mirando el futuro
En 2022 celebraremos nuestro 250 aniversario: la historia de Osborne se remonta a finales del siglo XVIII. Hoy ya vamos por la octava generación de la familia y, aunque solo unos pocos trabajamos en la compañía, todos estamos orgullosos de formar parte de este proyecto y compartimos los cuatro valores que han forjado lo que hoy es esta gran empresa familiar: autenticidad, maestría, espíritu visionario y compromiso.