El ahorro, los tipos de interés negativos y la política monetaria (I): el ahorro de los hogares en España

Hace unos días participé en el V Congreso Internacional “Dependencia y Calidad de Vida”, organizado en Madrid por la Fundación Edad&Vida los días 10 y 11 de marzo. En esta entrada y en otras sucesivas contaré algunas de las cosas que salieron en aquella reunión. El objetivo era discutir el impacto que los bajos tipos de interés (negativos, en algunos casos) pueden tener sobre la financiación privada de las pensiones.

El primer tema que desarrollé fue el del ahorro de las familias. Se trata de una variable derivada de las decisiones de consumo y de la renta disponible en cada momento. El consumo es relativamente rígido, en parte porque hay algunas partidas más o menos comprometidas y no fáciles de cambiar (los intereses de la hipoteca o la factura de la electricidad), porque hay umbrales mínimos de consumo por debajo de los cuales no se puede situar la familia, o porque hay hábitos de consumo relativamente estables, al menos en el corto plazo. El ahorro, a su vez, se plantea por un motivo de precaución, para cubrir gastos futuros (pensiones, estudios de los hijos) o para la devolución de deudas.

La historia del ahorro en España, en los años de la pre-crisis y la crisis, es fácil de contar (ver gráfico, tomado del Banco de España). La renta disponible aumentó regularmente hasta 2008, el consumo creció más aprisa que la renta y el ahorro se redujo; concretamente, el ahorro “libre” no dedicado al servicio de la deuda, fue negativo desde 2006 hasta principios de 2009; la contrapartida de esto fue el aumento del endeudamiento familiar, que venía ya de antiguo. La crisis de 2008 se manifestó en una caída de la renta laboral, pero la renta disponible se mantuvo, gracias a los impulsos fiscales. El ahorro creció considerablemente en 2009, por la incertidumbre, y el consumo se desplomó.

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En los dos años siguientes, el consumo se recuperó y el ahorro se fue reduciendo; desde 2012, el ahorro no dedicado al servicio de la deuda volvió a fluctuar entre ligeramente positivo y ligeramente negativo.

Detrás de esto está la recuperación de la confianza de los hogares, relacionada, principalmente, con la recuperación de la inversión de las empresas, el crecimiento del empleo y las mejores perspectivas económicas, pero también con el retorno del crédito, después de unos años de sequía por la crisis bancaria (manifestado principalmente en la compra de bienes duraderos); el aumento de la renta disponible real (por el crecimiento del empleo y por la caída de los precios); el deseo de las familias de resarcirse de los malos años pasados y, probablemente en 2015, también la reducción de las retenciones del impuesto sobre la renta.

La conclusión de todo ello es que el ahorro familiar está ahora en mínimos, y no es probable que vaya a experimentar aumentos importantes, a no ser que cambien los incentivos (fiscales, principalmente); lo que sí cambiará, y está cambiando, es la colocación de ese ahorro, que abandona poco a poco los depósitos bancarios y se coloca en activos más rentables, como los fondos de inversión, los seguros y los fondos de pensiones.

Las familias han hecho un esfuerzo por reducir su deuda, en parte pagando sus créditos, en parte declarándose insolvente (y, a menudo, perdiendo su casa). La deuda de las familias, que en 2010 se aproximaba al 85% del PIB, cayó en 2014 al 70%, pero queda aún lejos del 55% del año 2000. El desapalancamiento es, pues, lento, y continuará.

En una próxima entrada me referiré a la caída de tipos de interés reales desde hace unos años.

4 thoughts on “El ahorro, los tipos de interés negativos y la política monetaria (I): el ahorro de los hogares en España

  1. Gracias Profesor por compartir. este conocimiento. en Argentina, ocurre algo similar. la colocaciones la están haciendo en bienes raices, los fondos de inversión a mi criterio no esta muy difundido y es poco conocido en las familias por que es incipiente en Argentina su implementación. Gracias Javier Rospigliosi por el dato.Saludos cordiales

  2. Qué gran post profesor. Inspirador. Porque cuando Mundell declara su modelo del flujo, siendo un gran avance, aun así, no menciona las variaciones del flujo que son una entidad matemática ineludible. Lo que nos lleva a las remuneraciones directivas, variables justamente por ello, para regular las oscilaciones del mercado. Tal es así que las Cobb Douglas y los modelos actuales no pueden detectar con exactitud el ciclo ni las capacidades reales del ciclo económico. Gracias.

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