Los que nos dedicamos a la Responsabilidad Social (RS) de las empresas tenemos (o creemos tener) una idea bastante clara de lo que hace (o debe hacer) el directivo a quien se le encomienda esa tarea. Pero tenemos bastante más desdibujada la participación de los demás directivos. En el Comentario de actualidad de la Cátedra “la Caixa” del mes de octubre, explico brevemente cómo deben ser las relaciones entre el director de RS y los demás:
- Cada directivo acostumbra a ver los problemas de la empresa desde su función, y no suele prestar atención a las cuestiones que afectan al conjunto. Y la RS debe contemplarse desde el punto de vista del director general.
- Hay que hacer un esfuerzo para alinear los objetivos de cada división o departamento con los de la RS, porque son los objetivos más profundos y a largo plazo.
- Hay que explicarles lo que cada uno puede recibir de la RS. Esto es algo muy importante, pero que suele ignorarse.
- Y también hay que ayudarles a entender lo que ellos pueden aportar a la RS, es decir, a la dirección de toda la empresa y a los demás departamentos u oficinas.