Yo pensaba que no hay que dar subvenciones a las empresas para que puedan ganar (más) dinero y ser competitivas. ¿No tienen suficientes incentivos para esto? Pues parece que no.
Ahora resulta que hay que el gobierno da subvenciones para que las pymes puedan llevar a cabo estrategias de responsabilidad social (ver noticia aquí), cuando, según afirman los expertos, la responsabilidad social es rentable y otorga ventajas competitivas. Y yo me pregunto: en un momento en que hay que reducir el déficit público, ¿es correcto dar subvenciones a las empresas para que hagan aquello que, por rentabilidad, les conviene?
Claro que puede ser que el departamento ministerial correspondiente necesita demostrar lo que hace mediante un presupuesto adecuado (pero eso no es «gubernamentalmente responsable», ¿no?). O que lo que se apoya es «la elaboración de informes de sostenibilidad, la creación o adaptación de metodologías específicas para la producción de estas memorias de RSC o la implantación de sistemas de gestión de responsabilidad social» (copio de una de la noticia mencionada antes). Es decir, se dan subvenciones para que las empresas puedan decir que son responsables, y para que el ministerio pueda decir que sus acciones tienen buenos resultados (al menos externos).
Las subvenciones alteran los costes de los productos y tergiversan los precios de venta, pero crea clientelismo o dependencia hacia quien la otorga.
Gracias.