¿Nos hemos enterado de lo que nos pasa?

No sé si seré demasiado pesimista, pero me temo que la sociedad española no se ha enterado de lo que nos pasa. Sí, claro que nos hemos enterado: la crisis está a la vista (basta comprobar cuán rápidamente se circula por nuestras ciudades, simplemente comparando con cómo lo hacíamos hace cuatro o cinco años), las cifras de parados cantan, como también el número de locales con el letrero «en venta o alquiler»; las plazas de nuestras ciudades se llenan de indignados,… Pero me parece que no nos hemos «enterado».

Leía hace poco un libro sobre las reacciones humanas ante el dolor (por ejemplo, el dolor por la pérdida de un ser querido): claro que lo sabemos, y por eso nos duele. Pero «no queremos» saberlo. «Ojalá, pensamos, sea un mal sueño».

Los expertos dicen que ése es un mecanismo de defensa: necesitamos tiempo para acomodarnos a la pérdida. Pues me temo que algo parecido nos pasa en nuestro país. Aunque sospecho que algunas de nuestras reacciones están motivadas por la defensa de nuestros intereses.

No nos queremos enterar de que somos más pobres -basta mirar los gráficos de la riqueza de los hogares españoles que publica el Banco de España. No nos queremos enterar de que estamos fuertemente endeudados -usted quizás no, pero la gran mayoría de los españoles sí; y si ellos lo están, usted lo está también, porque, a efectos financieros, usted forma parte del mismo barco que ellos, al menos ante los mercados financieros internacionales. No nos queremos enterar de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades -la deuda bruta de las familias españolas está ahora alrededor del 80% del PIB, frente al 45% en el año 2000; la deuda bruta total del sector privado llega al 230% del PIB, frente al 120% en el año 2000; la deuda bruta total del país llega al 300%, frente al 180% en el año 2000. «Yo no me he endeudado», dirá el lector. De acuerdo, pero los demás sí. Y tenemos que recortar nuestras gastos para contener esa deuda y que no siga creciendo, y eso significa austeridad.

«Yo no tengo la culpa». Bueno, a lo mejor es verdad, aunque quizás tendríamos que hacer una auditoría de sus cuentas en los últimos años. Pero aún así, si su casa amenaza ruina, usted tiene varias opciones. Una: no darse por enterado. Otra: manifestarse. Otra: pedir que le den otra casa. Otra: ocupar la casa del vecino. Otra: irse a vivir debajo de un puente. Otra: ponerse a trabajar con los demás afectados y el resto de la sociedad, para encontrar una solución a su problema, que facilite también la solución de los problemas de los demás.

6 thoughts on “¿Nos hemos enterado de lo que nos pasa?

  1. Sigo pensando que el primer paso para crear empleo a medio plazo y salir de este ciclo de improductividad, es facilitar el despido a corto.

    Suena paradójico, pero las empresas tienen que volver a ser rentables para crear más puestos de trabajo…y en este momento el mayor lastre que tienen es que están (en su mayoría) dimensionadas para niveles de facturación que no poseen desde hace 2-3 años.

    1. De acuerdo, Carlos. Pero como esta medida aumentará la tasa de paro, debería ir acompañada de otras que faciliten la contratación, cuanto antes.

  2. Menos mal que hay personas como tú que dicen la verdad, aunque sea incomoda. Esperemos que te escuchen, pero…lo dudo(y deberán de hacerlo de todas formas porque no hay alternativa). Gracias.

  3. Entonces si no gastamos, cómo se abren nuevas empresas, si nadie gasta nada…así que todo el mundo quiere ser funcionario…

  4. ¿Donde está el dinero?
    No consigo entender lo siguiente. Comprador le compra un piso al vendedor . El comprador se hipoteca por 200,000 euros y paga al vendedor.
    El vendedor tiene o bien en efectivo o en el banco ese importe, en cambio el comprador tiene el piso como activo y la hipoteca en su pasivo.
    Viene el efecto crisis:
    – hay impagos, los activos se deprecian, bajan precios… el banco se queda con el piso y el diferencial de deuda que se le sigue debiendo, provisiona la deuda.
    – El vendedor original o anterior propietario sigue teniendo el dinero o en el banco o en su caja fuerte, a no ser que lo haya quemado o mal gastado por ahí.
    Resultado:
    El vendedor es rico, el comprador es más pobre y muy endeudado y el banco tiene el aval del Estado.

    Si bien una gran mayoría se ha empobrecido y mucho, otra gran mayoría se ha enriquecido a base de la burbuja. No hay que olvidar que España es el país de la UE con más Audis per cápita. ¿somos tan ricos?

    1. Tienes razón: con una visión a largo plazo, la burbuja les fue muy bien a algunos (a muchos). Lo que pasa es que, como dice el refrán, «lo pasado, pasado»: oiga, arregle mi problema de ahora, pero no traiga usted a colación mis beneficios pasados.

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