¿Es posible un «corralito» en España?

¿Es posible un «corralito» en España? Esta pregunta me la han hecho varias veces en los últimos meses. Mi respuesta ha sido siempre: no. Y sigo pensando que es la respuesta correcta, si lo que me preguntan es si es previsible una crisis financiera interna tan grave como la de Argentina en 2001, cuando la gente no podía retirar su dinero de los bancos y todo el sistema financiero se quedó bloqueado. Pero si la pregunta es si puede ocurrir, es decir, si no es física o metafísicamente imposible, la respuesta es, desde luego, que sí.

Perdone el lector que hable de estos temas de mal gusto. Pero me temo que la actitud de mucha gente es: «¿y a mí qué más me da? Será un problema para los políticos y para los banqueros, pero no para mí». Es lo mismo que decir: si hay un terremoto que hunde la mitad de la ciudad y no afecta a mi casa ni a mi familia, ¿qué más me da? ¡Pues claro que te afectará!

Permítame el lector un ejercicio mental. Supongamos que el pánico de los mercados financieros respecto de la deuda española sigue creciendo y creciendo. Nadie nos quiere prestar. Un paquete de deuda pública vence y no podemos devolver el dinero. Las agencias de rating nos declaran insolventes. Como nuestros gobiernos (central, autonómico y local) siguen gastando más de lo que ingresan, empiezan a dejar de pagar sus deudas -ahora en serio, no como han venido haciendo con sus proveedores en los últimos años. Retrasan el pago del sueldo de sus funcionarios, las pensiones y el seguro de desempleo, o pagan sólo una parte de lo debido, o pagan como hacían algunos gobiernos locales argentinos, en bonos de dudoso valor, que otros ciudadanos aceptaban sólo por un porcentaje de su valor nominal. Esto no ocurrirá de la noche a la mañana, claro, pero se irá precipitando de semana en semana. ¿Podrán seguir funcionando los servicios públicos, los hospitales y escuelas?

Esta historia de horror tiene una segunda parte, que afecta a los bancos. Los mercados financieros no querrán prestar a las entidades financieras españolas cuyos deudores empezarán a ser insolventes. Si temo que mi banco va a ser declarado insolvente, trataré de llevarme mi dinero cuanto antes, precipitando la crisis. Si el Banco Central Europeo no les presta dinero en grandes cantidades, nuestros bancos y cajas empezarán a quebrar. Ésta será la versión española del «corralito»: no podremos retirar libremente nuestro dinero cuando queramos. Probablemente nuestras tarjetas de crédito pierdan validez. Nuestros depósitos están garantizados hasta 100.000 euros, pero el Fondo de Garantía de Depósitos tendrá los mismos problemas de liquidez que el gobierno y que los bancos. ¿Qué será de nuestros fondos de pensiones? Y, ¿podrá seguir funcionando una economía cuyo sistema financiero ha implosionado? ¿Podrán seguir exportando las empresas, sin la intermediación de las instituciones financieras?

Perdón de nuevo por contar estas historias desagradables. Además, es probable que las cosas no lleguen tan lejos, ni mucho menos. Y si llegan,… pues ya saldremos adelante: los argentinos superaron también sus problemas. Pero nadie les quita el trauma humano, social, económico, psicológico y moral.

El lector recordará esas campañas de prensa acerca del consumo responsable de alcohol a la hora de conducir. La imagen de un joven tetrapléjico pretende llamar la atención de lo que puede pasarnos a todos si nosotros u otros conductores nos pasamos en la bebida. En todo caso, quizás todo quede en un golpe en el coche y una pierna rota, pensamos. Pero no debemos olvidar que la incapacidad permanente sigue siendo una posibilidad, con probabilidad no nula. Moraleja: tomémonos en serio los problemas de nuestra crisis financiera y económica. Sí, ya sé que la Unión Europea nos ayudará, que el Banco Central Europeo estará a la altura de las circunstancias, que las cosas no serán tan malas. Pero, insisto: tomemos en serio nuestros problemas.

5 thoughts on “¿Es posible un «corralito» en España?

  1. Excelente valoración. Sin embargo, no acabo de entender esta crisis. En España hemos estado a la cola de Europa y nunca hemos necesitado un corralito. Lo cierto y verdad es que se cierran hospitales y se dejan colegios en barracones, mientras se construyen impresionantes complejos deportivos municipales.

    Barcelona, por ejmplo, anda inmersa en inversiones de infraestructuras faraónicas, algunas comenzadas apenas dos años. Las ciudades invierten en proyectos absurdos que no aportan ninguna riqueza, como ser candidato a unas olimpiadas. Se destina el dinero público a indemnizar con 400 millones de euros a una empresa catalana para que deje de organizar corridas de toros, mientras que las televisiones y radio públicas dan por quintuplicado el mismo informativo, sin importarle viajar a China o Estados Unidos al mismo tiempo.

    Incluso, el gobierno catalán destina decenas de millones de euros a los medios de comunicación en catalán o a que se publiquen las tesis es este idioma, manteniendo, insisto, los colegios en barracones. Ayer mismo estuve en uno en la localidad de Blanes.

    Hay aeropuertos en España que no registran un solo vuelo y costaron millones de euros. Son pequeños gastos que suman al final una deuda importante, pero sobre todo incoherente, causada por inversiones inoportunas la mayoría y, en algunos casos evidentes de dudosa viabilidad.

    Sin embargo, hay una gran actividad emprendedora en España, con talento espectacular y que precisamente sale de las escuelas de negocio y de las universidades. España es luchadora y en las dificultades se crece. Eso sí, hay que remontar con cabeza y no seguir derrochando el dinero público para pagar la deudas de los bancos y creando una falsa competitividad y una inflaccion galopante a la vuelta de la esquina.

    El banco que valga que siga y el que no, mejor liquide y que deje el mercado más limpio. A lo mejor, con una caja de ahorros nos basta, como en el origen. Gracias por el post.

    1. Gracias, Toni. Ya se ve que, después de echar tanto la culpa a los inmobiliarios y a los bancos, hay también otros culpables. ¿Aprenderemos algo de todo esto?

  2. Los primeros que no os tomáis la crisis en serio parece que sois vosotros. Las «soluciones» que aquí he visto publicadas, así como los diferentes comentarios leídos van encaminados a resolver el problema en la consecuencia no en el origen… Todo se traduce en que es imposible mantener una economía donde más del 70% es financiera, que aquí todo el mundo ha estado viviendo de los rendimientos futuros… y dejadme deciros una cosa… el futuro ha llegado. Y los primeros en hacer bandera de estos temas han sido escuelas de negocio…

  3. Más de uno piensa que se resolverá, claro que se resolverá. Pero creo que tenemos que hacer sobre-esfuerzos que aún no se están haciendo.

    Nadie va a venir a nuestras casas a ayudarnos, cada uno debe ser consciente de la gravedad de la situación y dejar de echar balones fuera y empezar a mojarse, aunque sean medidas no populares.

    Al igual que usted, lo del «corralito» no creo que se de en un país como España. Es demasiado grande, un país que pesa en la UE como para dejarlo caer (me gustaría que comentase algo de esto para poner sobre la mesa con claridad la realidad de nuestra situación). Provocaría en la zona euro y EU… (mejor callar). No sé si intervienen a España, cómo van a quedar las familias que les cuesta llegar al final de mes.

    La situación me preocupa bastante, son muchos los que esperan que nuestros problemas los solucionen unos terceros.

    Al final sabemos hacer los deberes pero somos algo perezosos y se nos tienen que poner el futuro muy negro para reaccionar.

    Muchas gracias por sus post.

    Un saludo,

    Pilar

  4. Efectivamente, todo es posible. Pero la fe que tienen algunos en que todo se resolverá por sí solo me recuerda la irresponsabilidad con la que tantas veces en la historia se han dejado pudrir los problemas. De acuerdo con si conclusión: mejor tomarse en serio la crisis y contemplar todos los escenarios, incluidos los más sombríos.

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