S&P ha revisado a la baja la calificación de la deuda pública norteamericana, de AAA a AA+ Y no ha pasado nada. ¿O sí?
La triple A de la deuda americana era algo que los agentes financieros daban por supuesto. Ya no. Es verdad que no ha pasado nada relevante desde el viernes, cuando S&P anunció su decisión. Pero esto es lógico. Primero: como era algo que se veía venir, los mercados lo habían descontado ya, al menos en buena parte (a pesar de lo cual la bolsa se ha dado un par de batacazos desde entonces).
Segundo, los agentes financieros no cambian su conducta de la noche a la mañana. El sol sigue saliendo cada día, de modo que parece que nada ha cambiado. Además, nadie tiene prisa en modificar la composición de sus carteras ante algo que puede ser transitorio. Pero si no es transitorio, habrá que modificar la composición de las carteras. Por ejemplo: ¿tendrá la misma seguridad un crédito garantizado con deuda pública estadounidense? Bueno, revisar todas las garantías puede provocar un poco de ruido en los mercados, durante bastante tiempo,…
No sé dónde nos llevará todo esto. Mohamed El-Erian, de Pimco, ha publicado un post lleno de interrogantes («Amrica’s debt downgrade heralds a new era», en inglés, aquí). Habrá que esperar la respuesta de los mercados en el largo plazo.