La importancia de los incentivos

Me contaron hace unos días unos detalles de la política social de Irlanda para con las madres solteras. Desde hace años, el gobierno les proporciona un piso para vivir con su hijo o sus hijos, les paga un subsidio importante, además de atención médica gratuita y otros servicios, y les mantiene esas ventajas hasta que el hijo cumple 22 años. La única condición es que el padre no viva con la madre y el hijo, porque eso supondría que ya no es una madre soltera. 

Buena política, ¿no? Pues no. Un profesor de la Harvard Business School, Kenneth Andrews, decía que, en última instancia, la gente hace aquello para lo que le pagan. 

  • A esas mujeres les pagan por no formar una familia: el coste de vivir con un hombre sería renunciar a cuantiosas ventajas (casa, subsidio, servicios médicos, etc.): si no se trata de un millonario, no compensa.
  • Les pagan hasta que su hijo cumpla 22 años. Conviene, pues, tener otros hijos, para alargar los beneficios.
  • Les pagan generosamente, trabajen o no. La conclusión, obviamente, es que no trabajan.
  • Esa política genera aliados. El gobierno ha comprado muchas casas para esas madres solteras, formando barrios enteros. Esto ha contribuido al boom de la vivienda y, claro, ha merecido el aplauso de los constructores e inmobiliarios, que no desean que esta política se interrumpa, porque pondría en el mercado miles de viviendas, agravando la crisis.
  • Y genera también altos costes sociales (externalidades los llamamos en economía). Esos niños van a las mismas escuelas, que entran entonces en la categoría de escuelas para familias desestructuradas. Las familias no desestructuradas evitan llevar a sus hijos a esos centros y, si pueden, cambian de barrio.
  • Los hijos sin padres son fuente de problemas sociales: drogas, crimen, gamberrismo, desincentivos para el trabajo,…
  • Esas mujeres difunden su modelo. A sus hermanas, por ejemplo, les aconsejan que tengan un hijo fuera del matrimonio cuando planeen dejar la casa de sus padres.

Acabo con tres conclusiones.

  1. La importancia de los incentivos, ya mencionada.
  2. La necesidad de que las políticas sociales tengan en cuenta no sólo el problema que se quiere solucionar (el estigma social y los problemas económicos de las madres solteras, en este caso), sino todas sus consecuencias, empezando por las que tienen sobre los mismos beneficiarios.
  3. El ato riesgo de la buena intención. Hay que compadecerse con los demás, claro, pero hay que saber ser prudentes a la hora de ayudar al que lo necesite, enfrentándose, cuando haga falta, con la opinión políticamente correcta. El Presidente Clinton, nada sospechoso de conservadurismo social, se enfrentó con ese mismo problema elaborando un esquema de reducción y supresión de los beneficios a las madres solteras si no volvían al mercado de trabajo. Le llamaron de todo y anunciaron todo género de desgracias para ese colectivo. La única desgracia es que… volvieron a trabajar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2 thoughts on “La importancia de los incentivos

  1. Interesante el tema que se plantea. El asunto de los incentivos, cómo se plantean y cómo se desarrollan, es espinoso, pero importantísimo para el debate.
    Me pregunto qué idea de racionalidad usamos para el análisis de cómo la gente actúa frente a los incentivos.
    Un excelente blog!. Saludos.

  2. Magnifico post. En mi opinión, generalizar que los hijos de madres solteras son fuentes de problemas es una apreciación muy arriesgada, pero comparto los problemas del ‘cortoplacismo’, como diría el profesor Rosanas.
    Saludos,

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