Escribo de memoria. Quiero decir que escribo sobre algo que leí hace tiempo, en una columna de Lucy Kellaway, una conocida redactora del Financial Times; no recuerdo de cuándo es el artículo. Contaba dos visitas a la escuela de sus hijos: una para la ceremonia de graduación, y otra para hablar de hijos con problemas. En la primera, casi todos los premios se los llevaron hijos de chinos e indios; en la segunda, todos los padres eran blancos. Primera conclusión de Lucy: los padres inmigrantes (acomodados) exigen mucho más a sus hijos. Lucy se volvió a su casa pensando que quizás no valía la pena apretar tanto a los niños; al fin y al cabo, decía ella, los hijos de los británicos eran felices.
Pero unos días después se enteró de un estudio que mostraba que los hijos de los británicos no eran tan felices. Lo que llamó la atención de Lucy era que el artículo de periódico que mencionaba el estudio utilizaba un calificativo que le hirió: egoistas. No los hijos, claro, sino los padres.
Lucy sacaba una conclusión: las madres de los chicos indios y chinos premiados estaban felices porque querían la felicidad de sus hijos, y parece que estos iban por buen camino. Las madres de los chicos con problemas estaban, probablemente, pensando más en lo que ellas deseaban: probablemente, que bastantes problemas tenían ya en su vida y en su trabajo, como para, encima, tener que apechugar con la bronca de los profesores por los malos resultados de sus hijos.
Recuerdo ahora un chiste del Wall Street Journal de hace años. En una casa magnífica, la mamá, elegantemente vestida y con una cartera de alto ejecutivo, se despide del niño que se queda con la asistenta, y le dice algo así como: «Papá y mamá se van a trabajar para ganar dinero y que tú puedas ser feliz el día de mañana». Humor negro, desde luego.
Un consejo, y este para todos, padres o madres, niños o asistentas. Preguntémonos con frecuencia: ¿por qué hago esto? Si no lo sabe, nunca conseguirá orientar su vida.
Antonio Argandoña es Profesor Emérito de Economía del IESE.
Una reflexión: ¿Por qué nos exigimos siempre una «realización profesional»? ¿Qué significa? Porque, en definitiva, la realización de una persona no se encuentra únicamente el el ámbito profesional (obviedad, pero que en ocasiones olvidamos). Y, permitidme, también en ocasiones lo que consideramos como realización (el objetivo) puede llevarnos a un final no demasiado feliz.
En cualquier caso, sin una clara vocación de servicio en nuestra vida (que es una y no varias) es imposible realizarse. Y esta perspectiva puede ayudar a encontrar el núcleo del problema.
Tengo una carrera profesional que me permitió llegar a un puesto de mando intermedio de dirección en una multinacional. Mi mujer tiene un puesto de trabajo de dirección. Me estoy dedicando a mis 2 hijas desde hace 2 años que salí de mi anterior puesto de trabajo, pues nosotros las dejabamos con la asistenta. Saliamos de casa como cuando no teníamos hijos e incrementabamos el mal humor entre nosotros por no llegar a todo con la calidad que se requiere. Es una decisión consensuada, pero ¿quién es egoista? ¿El que se aparta de su proyección profesional por los hijos y que el otro sea el «financiador»? o ¿el que no quiere apartarse de su proyección profesional y exige su libertad de movimiento? Cada uno que ponga encima de la mesa el valor que considera tiene la familia, y a partir de ahí, que decida como organizarse. Egoista son los que no refuerzan los tan manidos «valores» en sus hijos y no les guían, seamos de la nacionalidad o estamento social que seamos. Para ser padres, también se necesita formación y dedicación.
Estoy de acuerdo Tv Led, es sólo que el título hace referencia únicamente a las madres y por eso me parecía oportuno el comentario. El tema es por supuesto una buena reflexión para los cabeza de familia en general.
Hombre enrique, yo creo que el articulo no es una critica particular contra las madres sino contra los padres en general
MUCHAS GRACIAS, un post realmente interesante para madres y padres… aunque reconozco que ¡¡el titular me ha enganchado!!
¿Madres egoístas? …¿y los padres…? Creo que no deberíamos cargar siempre contra las madres. De hecho existen padres (referido al término masculino) con mayores capacidades para la atención de sus hijos y, de la misma manera, madres (mujeres en general) con bastante mayor capacidad de trabajo e inteligencia que se ganan la vida mejor que los hombres. Las madres paren, sí, y no queremos nunca ir contra natura, pero una vez criados (amamantados), las responsabilidades pueden / deben ser totalmente compartidas… Al margen de esta humilde matización, felicidades por la reflexión que siempre nos viene a todos muy bien