Escribí el otro día sobre «RSE: Hemos descubierto al enemigo…» y concluía que el enemigo somos nosotros, los que nos dedicamos a la responsabilidad social corporativa (no todos, claro, pro sí algunos) (verlo aquí). Antonio Vives me envía un par de links sobre cosas escritas por él, ¡con el mismo título! (ya se ve que me falta imaginación) (verlos aquí y aquí). Y me alegra mucho encontrar coincidencias con alguien que es un referente en el tema. Cito solo un par de ideas suyas:
¿Quién «mató» la RSE, se pregunta? «Los irresponsables que abusaron de ella. Y fueron muchos. Empresas que encontraron una manera fácil de cubrir sus irresponsabilidades haciendo donaciones intranscendentes, publicando informes preciosos, producidos por las mejores empresas de publicidad, con poca substancia, poniendo como logros algunas trivialidades sin continuidad (¿pero quién lee informes de sostenibilidad?). Instituciones de entrenamiento gerencial que vieron en la RSE una moda rentable, ofreciendo todo tipo de cursos, seminarios, conferencias, talleres, sobre cualquier tema relacionado. Decenas de “primeras” conferencias internacionales. Consultores, que leyeron sobre el tema un día y fueron expertos al día siguiente. Exceso de atención irresponsable que terminaron causando hastío y decepción en las empresas y gerentes. ¿Será que la RSE se suicidó al ver estas patrañas?»
Y añade dos sospechosos habituales más: la mala situación económica (y en 2008 aún no había esdtallado la crisis en toda su crudeza), y «los académicos y periodistas que para poder sobrevivir deben inventar nuevos temas y se habían cansado de usar el término de la RSE».
No me causa placer señalar a los asesinos probables de la RSE. Pero a ver si vamos aprendiendo.
No seas pesimista, la RSE ha venido para quedarse. La crisis le hará más daño probablemente a la filantropía y a la acción social que a la verdadera RSE incrustada en el núcleo estratégico del negocio.
No es la primera vez que a la RSE se la da por muerta. Yo, que llevo más de 30 años trabajando en este campo (desde 1980 para ser exactos) y que presenté mi tesis doctoral en 1985 sobre RSE, ya sufrí en su momento el comentario de que la RSE estaba en declive (los yuppies, marioscondes y bonos basura se la estaban cargando), y mira por donde, volvió con más fuerza que nunca. Y ahora pasará lo mismo, porque hay muchas empresas serias, sobre todo pymes tecnológicas y de servicios, que han nacido con proyecto de negocio socialmente responsable. En este caso, a lo mejor Darwin nos hace un favor, quitando a los inútiles para dejar lo verdaderamente valioso.