Leo en Mercatornet un interesante artículo sobre «All Hell Let Loose», un libro reciente de Max Hastings (en inglés, aquí: el artículo, no el libro, claro). Es muy difícil juzgar una guerra, sobre todo una guerra de las dimensiones de la Segunda Guerra Mundial. Hastings se pregunta «qué ocurre cuando ‘casi todo lo que la gente civilizada considera como dado en tiempo de paz [es] barrido, más allá de cualquier expectativa de que uno estará protegido de la violencia'». Algunas ideas que me parecen interesantes:
- La incompetencia y la torpeza que suelen producirse durante una guerra causaron más muertos que la guerra misma. Hastings comenta que en Inglaterra hubo más muertos como consecuencia de los apagones organizados para proteger las ciudades inglesas de los ataques aéreos enemigos que como consecuencia de las acciones de la Luftwafe.
- Los soldados aliados tuvieron un comportamiento más próximo al de «personas razonables«, lo que Hastings atribuye a la probabilidad de investigaciones y encuestas propias de un régimen democrático.
- La victoria aliada se debió, probablemente, a un mejor aprovechamiento de la ciencia y la tecnología: en definitiva, por el factor humano, ya que «los mejores cerebros civiles fueron movilizados en el esfuerzo de la guerra».
- Stalin fue tan cínico respecto de la vida humana como lo fue Hitler (no es nuevo, ya lo sabíamos, pero no viene mal que nos lo recuerden).
- La segunda guerra mundial no fue, como a veces se piensa, una lucha franca entre el bien y el mal. Pero la victoria aliada evitó al mundo algo peor de lo que habría sucedido si Alemania y Japón hubiesen ganado la guerra.
Y me quedo con la frase final del artículo, como el mejor resumen de su mensaje: «Hastings construye el mejor argumento posible de que la guerra debe ser evitada (casi) a toda costa».