Ayer tomé parte en el acto de presentación de un libro que Àngel Pes y Norbert Bilbeny han escrito con ese título, «Emprender con responsabilidad«. El acto fue en la sede del Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Cataluña. Me pidiero que hablase de la actualidad de la Responsabilidad Social (RS) y dije lo que siempre digo en estos casos: que, para mí, RS es otro nombre de «buena dirección».
Un directivo responsable tiene en cuenta una amplia serie de efectos de sus decisiones (se siente responsable de todos ellos). Se preocupa por todos los implicados en sus decisiones. Desarrolla una cultura de comunicación y diálogo. Crea transparencia, que fomenta la confianza. Ve los problemas «desde lejos». Lleva a cabo una amplia gestión de riesgos, también de los inmateriales. Cuida el diseño de los incentivos de su personal. No es cortoplacista en los resultados. Trata de fomentar los valores en su gente. Y tiene pasión por la excelencia.
Àngel y Norbert hacen una bonita explicación de por qué necesitamos emprendedores, de cómo esta es una forma de ejercer la responsabilidad social, y de cómo tener en cuenta esa responsabilidad es la mejor manera de tener una empresa con éxito… y que ayuda a todos.
Totalmente de acuerdo. Una empresa no puede ser «responsable» sin líderes responsables. Pero tampoco lo puede ser sin empleados responsables. A veces la cultura de la responsabilidad empieza con iniciativas de los propios empleados, es importante que los líderes de la empresa sepan «escuchar», detectar y fomentar las iniciativas responsables entre los empleados. Los mandos intermedios suelen jugar aquí un papel importante pero muchas veces para mal desafortunadamente. Incentivar al management de la empresa para que favorezca la cultura de la responsabilidad puede ayudar.