Carles M. Canals escribe hoy en Expansión una «Guía de supervivencia para el emprendedor y su cónyuge» (no está en la versión digital), que me parece muy interesante para los que tienen a su mujer o a su marido metidos en la empresa que ellos dirigen. Recojo algunos de sus consejos:
- En casa tú no eres el jefe: al entrar en el hogar, pasas de la autocracia a una desordenada democracia: relájate.
- Apaga la BlackBerry. No te limites a no atenderla: desconéctala.
- Cuando se avecina una decisión empresarial importante que puede afectar a la familia, cuenta con la opinión de tu esposa.
- Que las llamadas telefónicas de ella sean prioritarias para ti.
- No le concedas solo huecos de tu tiempo. No la telefonees mientras esperas tu avión en el aeropuerto o cinco minutos antes de una reunión, de modo que luego tengas que colgar apresuradamente.
- Trata a tu esposa como si fuera tu mejor cliente. Cortéjala con un regalo bien pensado, un abrazo sin motivo especial o llevándole el desayuno a la cama.
- Reconoce el rol que está desempeñando en casa.
- Haced juntos con frecuencia un inventario de los buenos y malos momentos pasados juntos.
¡Oh, el sentido común y humano aplicado a la familia y a la empresa! Por cierto, vale para todas las familias, aunque la mujer no trabaje en la misma empresa. Y también para los maridos, cuando es la mujer la directora.
Cuidado !!!! como este articulo lo lea Doña Bibiana Aido te tacha de Machista retrogrado.
Según estos pirados del igualitarismo, a la mujer para tratarla como a un igual hay que mirarla como cuando miras al tipo que se te ha puesto al lado en las letrinas publicas de cualquier campo de futbol.
El abrazo sin motivo especial podria estar considerado un maltrato psicologico sino ya fisico.