Durante los días 20 a 22 hemos tenido en el IESE de Barcelona la 25ª Conferencia anual de EBEN, la European Business Ethics Network. He tenido el honor de moderar una mesa redonda con los ex-presidentes de la asociación, con motivo de su cuarto de siglo de antigüedad (EBEN nació en 1987 en una conferencia en Bruselas). La sesión ha sido muy interesante, y han aparecido muchas ideas, que resumo aquí, por si alguno de mis lectores tiene ganas de ponerse a pensar sobre este tema:
- Colaboración de académicos y empresarios. Algunos siguen echándola en falta, otros dicen que la perciben, al menos en algunos capítulos nacionales de EBEN.
- Relaciones con otros ámbitos científicos. Importante. Se ha subrayado que la ética debe estar presente en todas las materias y cursos, sobre todo en las escuelas de dirección.
- Lo mismo en cuanto a la colaboración de filósofos y expertos en business. Se ha puesto énfasis en la importancia de «meterse» en las empresas, para resolver sus problemas, no los que se imaginen los filósofos (o, para el caso, los sociólogos, los economistas u otros especialistas).
- La explosión de la Responsabilidad Social (RS), hace unos años, significó la implicación de las empresas en la ética. Buena noticia.
- Pero también significó el abandono de una ética de valores, para centrarse en los aspectos instrumentales de la RS, lo que se interpreta como un retroceso.
- Pero la distinción entre ética y RS se ha calificado de artificial: la ética es la que da la normatividad basada en valores.
- Y ambas deben reflejarse en la estrategia y en el día a día de la empresa.
- A la pregunta de si la ética de la empresa ha perdido relevancia, alguno de los participantes ha dicho que no, que ha pasado a ser la línea de emergencia de las empresas; cuando algo falla estrepitosamente, hay que mirar qué ha pasado en la ética y así descubriremos las causas profundas del problema.
- Más bien la ética es hoy una oportunidad para reestructurar el curriculum de las escuelas de dirección y de las universidades, poniendo la ética en todos los cursos.
- Lo que exige, en palabras de uno de los ponentes, que la ética sea bilingüe, que hable el idioma de la filosofía y el de la empresa (o de la economía, las finanzas, la estrategia, el marketing,…).
- Otra manera de decirlo: críticas a la compartamentalización de la ética. Debe ser el áncora de los programas.
- La ética se apoya en tres patas. 1) Las normas. 2) Las estructuras de apoyo institucional (gobierno corporativo, códigos de conducta, directores de compliance,…), y 3) La regeneración moral.
- Atención a nuevos desarrollos, ha recordado uno de entre el público: por ejemplo, la «filosofía de la dirección».
- Superar la separación entre «ética basada en el pensamiento de sistemas» (europea) y la «ética basada en casos» (más norteamericana). Ambas han de ir coordinadas, y ambas hacen falta.
- Llamada de atención para los investigadores en ética y RS: han de entrar en contacto personal con los empresarios y directivos; no bastan los métodos impersonales (los cuestionarios, por ejemplo), manejados desde el despacho. Aplaudo la idea con ganas.