Tony Blair y la transformación del gobierno

Government designed for new times es una reciente publicación, larga pero de lectura cómoda, de McKinsey (aquí). Va precedida de una breve introducción del que fue Primer Ministro de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Tony Blair. De ella recojo las cinco cosas que, dice, aprendió en su paso por el 10 de Downing Street:

1. La cuestión de la gobernanza es absolutamente central. Y no se refiere a la transparencia o a la rendición de cuentas, que son muy importantes, sino al debate acerca de la efectividad del gobierno. “El reto para los líderes políticos no es solo echar abajo los argumentos de sus contrarios, sino construir un sistema de gobierno que dé resultados”. ¡Ay, si nuestros gobernantes lo tuviesen en cuenta con más frecuencia!
2. Hace falta un cambio sistémico, no incremental, porque el mundo está cambiando rápidamente, dice –y yo añadiría: porque la sabiduría convencional está, en muchos temas, agotada. Hay que estar dispuesto a discutir los supuestos de partida.
3. El mejor cambio sistémico empieza con un análisis conceptual, un enfoque intelectual científico y riguroso. “Las políticas específicas deben salir del establecimiento de una dirección de las políticas, y esta ha de venir de un análisis conceptual”, no de la mera respuesta a los impulsos externos.
4. Las personas son lo importante. Está pensando en la gente que discute y aplica las políticas, pero va más lejos: “necesitamos una interacción mucho mayor con el sector público y con el sector privado. Muchas de las capacidades que necesita el gobierno hoy están siendo cultivadas en el sector privado”.
5. Y, finalmente, los gobiernos pueden y deben aprender unos de otros. No los países pobres de los ricos, sino todos de todos.