El día 19 de abril impartí una sesión del Programa de Continuidad del IESE, en Barcelona, sobre «La fe cristiana en la comprensión y la práctica de la actividad económica«. Dediqué una parte de la sesión a explicar cómo había evolucionado en el tiempo nuestra comprensión de la actividad y de la teoría de la economía, que me parece nos puede ilustrar sobre algunos aspectos de la sociedad actual.
- La economía es, al menos sobre el papel, la ciencia de la acción humana (véase «La acción humana», de Ludwig von Mises, 1949). Pero la economía se ocupa solo de los resultados de esa acción, no de la acción en sí, y en concreto de los resultados externos, no de los internos (de lo que le pasa al agente que actúa).
- Además, a la economía no le interesa la motivación, que es un rasgo definitorio de la acción humana. Solo le preocupa la elección de medios para unos fines que están dados y en cuyo estudio el economista no entra.
- Como consecuencia de las guerras de religión, hacia el siglo XVII se separó la dimensión pública de la privada, en la acción humana. Lo privado es subjetivo, individual, no comunicable, pertenece al mundo de la opinión. Lo público ha de ser aceptable para todos. De este modo, la sociedad aparece como un conjunto de individuos aislados, que se ponen de acuerdo para lo que les conviene. El interés individual es, pues, dominante. No hay un fin común de la sociedad, más allá de lograr esos acuerdo de individuos.
- Lo subjetivo no aparece en lo público. Pero la gente necesita eso subjetivo: ahí aparecen las emociones. La acción exterior se valora, pues, por sus resultados externos (cuánto gano, pierdo, etc.); la acción interior, por los sentimientos (cómo me siento al hacer lo que hago).
- Acabamos teniendo, pues, un sujeto que es utilitario (quiere resultados externos) y emotivo (quiere sentirse bien). Esto define bastante bien cómo es nuestra sociedad actual.
- Si la sociedad se basa en el contrato social entre individuos aislados, las distintas ciencias sociales no pueden tener una base común (no hay un sujeto común que puedan estudiar); cada una busca sus propios fundamentos. En la economía, hacia los siglos XVIII y XIX ocurren algunos cambios importantes. Se modifica la concepción del trabajo: ya no sirve para edificar a la persona humana, sino para obtener resultados económicos. Se amplía el concepto de mercado, que se vuelve autosuficiente y tiende a abarcarlo todo: todo se puede comprar y vender. Y se llega a una concepción mecanicista de la sociedad (las leyes económicas quieren ser como la de la física).
- El penúltimo paso es el intento de salir de la Gran Depresión, que lleva al pragmatismo en la economía. Esta se da sus propias leyes, está separada de la ética, es capaz de corregir sus propios desequilibrios. Y no hace falta que los agentes sean honrados: el sistema se corrige a sí mismo.
- La última etapa es la globalización (el mercado se extiende a todo el mundo) y la era de las nuevas tecnologías (la inmediatez del mercado).
Todo esto entra en crisis con la crisis financiera reciente. Hemos marginado al ser humano de la economía: ya no es la ciencia de la acción humana, sino de la acción impersonal en el mercado. No hay papel en ella para la ética –no lo había desde hacía muchos años. Los problemas se ven como problemas técnicos –toda la crisis se ve como una sucesión de problemas técnicos–, pero no admite soluciones técnicas, porque falta visión de conjunto, porque ha eliminado al ser humano en su funcionamiento, porque se producen efectos perversos, porque la única manera de actuar es mediante estímulos sucesivos: el motor interno se ha bloquedado, porque hemos eliminado a la persona. La coordinación no funciona, porque la política sufre los mismos males que la economía. Y el recurso a la ética tampoco es posible, porque hemos de meter la ética como una imposición exterior, ajena a la acción humana, y porque no tenemos una idea muy clara de para qué queremos la ética (porque hemos eliminado a su sujeto, la persona).
Bueno, un poco descorazonador, ¿no? Ya se ve que, si queremos resolver la crisis, hemos de ir más allá de bajar los tipos de interés, recuperar el crédito o mejorar la competitividad exterior.
es tan seguros de que esa es la respuesta porq la verdad es que no parece
Clarìsimo!
En las Facultades de Económicas y Empresariales y en las Escuelas de Negocios no podemos renunciar a la tarea de aclararnos más y mejor nosotros e intentar que en lo que demos en clases logremos en cada alumnos la reflexión sobre lo que plantea el Prof. Argandoña. Excelente y aunque duro, es tal cuàl, en Argentina y en dònde sea!
Buenas tardes,
Es un articulo para releerlo varias veces y repensarlo muchas.
Estoy de acuerdo, existe la disociación entre individuo, sociedad y economía ( y añadiría politica). Todo el sistema se mueve por intereses contrapuestos, los medios ( economía , politica,….) se han convertido en fines en si mismos , y los fines reales ya no nos acordamos cuales eran.
Estamos en una crisis de valores, ética, principios y el individuo y el colectivo no interesan. La filosofía ha dejado de ser una ciencia que da pautas, y nos movemos por los resultados materiales cortoplacistas.
Insisto en un articulo para reflexionar sobre el.
Felicidades profesor.
Estoy totalmente de acuerdo con usted profesor.
El mercado percibido (el de los números) se ha disociado al mercado humano (el real, al de la persona). En una nota positiva, habéis notado como estan surgiendo conceptos de crowdfounding y de cambio social en el que se denuncian y/o proponen aspectos en los que los ciudadanos no estamos de acuerdo o proponemos a veces un debate, en otras una solución? Recientemente he publicado en change.org una petición para buscar ayudas reales a emprendedores – y dejar los lobbys y relaciones públicas a un lado… espero que con acciones como esta logremos reconciliar el mercado, hacerlo más ético, participativo y proactivo en la satisfacción de nuestras necesidades.
Firma y comparte esta petición si estas de acuerdo:
https://www.change.org/es/peticiones/emprendedores-y-aut%C3%B3nomos-espa%C3%B1oles-ayuda-realmente-a-los-emprendedores-0-pago-m%C3%ADnimo-mensual#