Hoy toca hablar de reformas (otra vez)

Sí, hoy toca hablar de reformas estructurales, por dos razones. Ese es el tema de mi artículo de hoy en El Periódico (aquí, de pago). Y ese fue el tema de una sesión del Programa de Continuidad del IESE que dimos ayer, en Barcelona, José Manuel González Páramo, profesor visitante y miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo hasta el año pasado, y yo. He aquí algunas ideas de las que aparecen en el artículo o que salieron en la reunión de ayer:

  • Salir de la recesión es importante, claro. Pero no saldremos sin reformas. Bueno, podríamos salir sin ellas, en el sentido de que algún día dejaríamos de profundizar en la recesión, pero, si queremos hacerlo mejor, necesitamos reformas estructurales. No retoques: reformas de verdad, de esas que cambian «las reglas del juego».
  • Necesitamos también las reformas para volver a crecer. El modelo antiguo está obsoleto, ya lo sabemos. De modo que no vale hacer lo mismo.
  • También porque hemos retrasado el ajuste. El de ahora, ante la crisis, pero también el de hace años, ante los cambios que exigía nuestra pertenencia a la moneda única.
  • Para llevar a cabo una reforma hace falta, primero, un diagnóstico claro y creíble; luego, entender los objetivos. Comunicación. Competencia técnica (hay que saber qué hay que hacer). Liderazgo. Y hacerlo, claro, con decisión. Y mantenerlo. Y continuarlo hasta el final.
  • Reformar no es recortar. La austeridad no es una reforma: es una manera sutil de evitar o retrasar las reformas. Por ejemplo, se suprime una paga extra a los funcionarios para no tener que enfrentarse con la tarea, delicada y difícil pero necesaria, imprescindible, de ver qué funcionarios sobran y cuáles no, cómo aumentar su productividad, como flexibilizar su trabajo, cómo cambiarlos de un lugar a otro…
  • ¿Qué reformas? Ayer explicamos que hay tres frentes, principalmente. Uno es el de las Administraciones públicas: estabilidad presupuestaria (con los arreglitos hechos hasta ahora no está garantizada, ni mucho menos), tributaria (hay que revisar a fondo la estructura de los impuestos, como explico en mi artículo de El Periódico), de las Administraciones públicas (échale hilo a la cometa), de la financiación de las Comunidades Autónomas y, last but not least, del Estado del bienestar (pensiones, dependencia, sanidad, educación, vivienda).
  • Otro bloque hace referencia a los mercados: el de trabajo, primero (se ha dado un buen paso, pero no hay que frenar el ímpetu reformista), la formación profesional, el sistema financiero (que no, que no está todavía afianzado), de la competencia (atención a los intereses creados), la energía (idem), los transportes (idem), los servicios profesionales (idem)… Y las que deben ayudar a la innovación, la creación de nuevas empresas, la I+D+i, la internacionalización, el aumento del tamaño de las pymes, la financiación de las nuevas iniciativas…
  • Finalmente, el no menos importante bloque del marco político, legal e institucional. ¿Estamos de verdad en un Estado de derecho? Si no está seguro el lector, reflexione sobre la separación de poderes, la igualdad ante la ley, la seguridad jurídica, la justicia rápida y eficiente, los organismos regualdores independientes y fiables, el funcionamiento de los partidos políticos, la connivencia entre intereses económicos, políticos y mediáticos, etc.
  • En la sesión de ayer acabamos pasando la patata caliente a las empresas. Sería muy bonito tener un marco regulatorio claro, favorable y bien definido: a eso deben ir las reformas. Pero, lo siento, no lo tenemos. O sea que… habrá que tomar decisiones sin ese marco claro, justo, eficiente y sostenible. ¿No te gusta? Pues… no te metas a directivo de empresa.

2 thoughts on “Hoy toca hablar de reformas (otra vez)

  1. Buenas noches,
    La conclusión a la que llegamos recurrentemente es que la solución de la situación empieza por uno mismo. Y efectivamente, es así, porque la suma de la actitud de cada uno de nosotros alterara el resultado final .
    Pero si nos fijamos en la argumentación del articulo, las reformas estructurales se deben impulsar desde la politica, desde los gobernantes….y no podemos obviar la responsabilidad que tienen, el efecto multiplicativo de sus decisiones. Las decisiones macro y las reformas estructurales parten en su mayoría del poder publico.Por ello , debemos dotar al sistema publico de transparencia, de exigencia de responsabilidad y de talento en sus actuaciones. Es imprescindible tener a los mejores en los gobiernos y en los parlamentos.

    Jordi

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