En España, los tipos de interés del crédito son altos. En otros países europeos, en Estados Unidos, en Japón y en algunos emergentes, son bajos. ¿Por qué? Un tipo de interés, tal como lo vemos en los mercados o en las instituciones financieras, es la suma de varios componentes: el tipo de interés real que podríamos llamar «puro» o sin riesgo, una prima de riesgo, una prima de liquidez y la tasa esperada de inflación.
- El tipo real sin riesgo es eso, el tipo de interés que espera ganar el prestamista cuando presta a alguien que, sin lugar a dudas, le devolverá puntualmente el dinero en el momento acordado. Este tipo depende, como cualquier otro precio, de la demanda y la oferta en el mercado de crédito. La oferta la proporcionan los que han ingresado más de lo que han gastado, es decir, los ahorradores. La demanda es la de los que quieren gastar más de lo que ingresan, es decir, los inversores (o los desahorradores). Como los mercados están conectados entre sí y es muy fácil transferir los fondos de un país a otro, no hay en esto mercados locales, sino un gran mercado mundial (con algunas excepciones de países en los que los controles de capitales impiden el flujo libre de fondos). El tipo de interés real puro es ahora muy bajo en todo el mundo, porque el ahorro es elevado (la incertidumbre es alta en muchos países, la población está envejeciendo, las familias y las empresas están fuertemente endeudadas y no les queda otro remedio que ahorrar para desendeudarse…), y la inversión es baja (hay pocos proyectos atractivos en muchos países).
- La prima de riesgo mide la posibilidad de perder dinero a la hora de prestar a alguien. Incluye, sobre todo, el riesgo de impago (si de 100 clientes de un banco este espera que dos no paguen, repartirá su pérdida entre los 98 restantes, cobrándoles un tipo de interés más alto), pero también el de depreciación (si la devolución del crédito se ha de hacer en una moneda distinta de la que utiliza el deudor hay también un riesgo en esto) y otros. Esto explica también por qué el tipo de interés de la deuda pública de países como Estados Unidos y Alemania es muy bajo: porque la prima de riesgo de impago es prácticamente cero. Y por qué es alto en España: porque la probabilidad de que no podamos pagar no es nula. Y también por qué los tipos de interés de países emergentes que se endeudan habitualmente en moneda extranjera (dólares o euros) son más altos: por al riesgo de depreciación.
- Y está también la prima de liquidez: los tipos son más altos cuando el préstamo es a largo plazo, porque no se puede recuperar el dinero con facilidad y sin pérdida. Y esto explica, de nuevo, por qué los tipos de la deuda pública norteamericana se han reducido tanto en tiempos recientes: porque la política monetaria de la Reserva Federal va dirigida a mantener muy bajos los tipos de interés a corto plazo durante mucho tiempo, mediante operaciones como la compra de grandes cantidades de deuda pública a largo plazo. Esto quiere decir que los prestamistas pueden estar seguros de que los tipos bajos se mantendrán durante mucho tiempo, y esto reduce la prima de liquidez. Suponga usted que tiene deuda pública norteamericana a cinco años, y que necesita convertirla en dinero inmediatamente; usted acudirá al mercado a venderla, el mercado valorará la deuda de acuerdo con el rendimiento esperado en los años que faltan hasta su vencimiento, al tipo de interés ahora vigente, y si ese tipo es bajo, el precio de la deuda será alto. O sea, usted podrá recuperar su dinero sin pérdida: la deuda es líquida, y la prima de liquidez es muy baja.
- Y, finalmente, la expectativa de inflación. Si usted va a prestar 100 euros a un año, y teme que, en este tiempo, la inflación será del 5%, cuando le devuelvan los 100 euros solo podrá comprar con ellos el equivalente a 95 euros ahora, de modo que usted pedirá una compensación del 5%, que es la inflación que usted espera. Entonces, si el mercado espera que la tasa de inflación sea muy baja, como ocurre en Estados Unidos, no tratará de protegerse de esa inflación que no existirá, y el tipo de interés nominal será bajo.
¿Por qué son bajos los tipos de interés de la deuda pública norteamericana, incluso a plazos largos? Porque el tipo de interés real es bajo (hay ahorro y poca inversión en todo el mundo), porque la prima de riesgo de impago es nula (el gobierno de Estados Unidos cumplirá siempre… o al menos eso es lo que supone el mercado), porque no hay prima de riesgo por depreciación (los acreedores prestan al gobierno norteamericano en su propia moneda, el dólar), porque la prima de liquidez es también baja (a eso va dirigida la política monetaria de la Reserva Federal) y porque las expectativas de inflación son moderadas (poco más del 2% ahora).
¿Y por qué son altos los tipos de interés del crédito en España? El tipo de interés real puro y la inflación esperada son bajos, pero el riesgo de impago es alto (empezando por el gobierno español y siguiendo por las empresas y familias que, claro, están en el mismo barco que su gobierno), el riesgo de depreciación no es cero (aún es posible que España salga del euro y reintroduzca la peseta, con la devaluación que esto implicaría) y el riesgo de liquidez también es positivo. Todo esto contesta a la pregunta que, a menudo, nos hacemos: si el Banco Central Europeo presta a los bancos españoles al 0,50% anual, ¿por qué las familias han de pagar más del 8% por el crédito al consumo y las empresas más del 6% por el crédito para invertir?
Es que seguimos trabajando con intereses estáticos y además anuales. Esto ocurre porque la micro y la macro trabajan con escenarios estáticos. Las curvas se suponen “a largo” o “a corto”. No debe ser así, pues cuando se trabaja con números, ya se sabe que son dinámicos. Se cree que eso es física-matemática, pero es que se aplicó primero a esas realidades. Se trabaja con distribuciones estadísticas para aproximar curvas (piensen en las Cobb-D, p.ej.) y el tiempo siempre se introduce como “una variable más”.
Las tasas de interés obedecen a distribuciones dinámicas y de las más dinámicas: Boltzman, Bose-Einstein, etc.. El universo es estadístico y la producción y las transacciones también. Además todo es temporal. Los conceptos dinámicos son difíciles y “se propagan” (como diría el profesor Leonardo Polo) numéricamente según el logos matemático. Hay que actualizar estos conceptos en economía.
Ya ya, pero lo que no acabo de entender es que si a los bancos españoles les prestan al 0,5%, y yo contribuyo con mis impuestos a «salvar» de un modo u otro a estos bancos, ¿por qué a mi me prestan al 8%? Tiene su gracia…
Porque están prestando a nuestro queridísimo sector público, o sea, comprando la deuda pública con la que financiamos nuestro déficit. Más o menos.