Ese fue el tema de una sesión del Programa de Continuidad de los Antiguos Alumnos del IESE en Madrid que se celebró el pasado jueves 6 de febrero, en la que conté con dos invitados de campanillas: Jorge Orioviogoicoechea, Director General del Grupo Boyacá, y Alberto Andreu, Director de Reputación y Responsabilidad Corporativa del Grupo Telefónica. La sesión fue muy interesante, porque se basaba en dejar que los dos expertos contasen sus experiencias.
Jorge Orioviogoicoechea explicó, con gran sencillez, cómo convirtió una empresa en concurso de acreedores, llena de problemas, en una empresa en la que la gente disfruta trabajando y de la que se sienten orgullosos. ¿Cómo lo hizo? Aplicando ideas sencillas y llenas de sentido común. Empezó prestando atención a la limpieza de los locales: no gastando dinero, sino dando ejemplo. Luego, transmitiendo a los empleados y transportistas la idea de que su trabajo es importante, para la empresa, para los clientes y para sus compañeros. Hablando con la gente, que es la manera de que se den cuenta de la importancia de su trabajo (decía que en el periodo de Navidades había tenido ocasión de encontrarse con 2.000 personas de la empresa, en toda España). Predicando la idea de la austeridad. Contando historias (él las llamaba cuentos), que es como la gente entiende la importancia de las cosas… Claro, al final de la sesión uno llegaba a la conclusión, patente, de que la ética es posible, de que no hacen falta grandes montajes, y de que la gente está esperando que les ayuden a hacerlo.
Alberto Andreu explicó muchas experiencias en una gran empresa multinacional, con más sofisticación, pero con los mismos mensajes importantes para todos. Mencionó cuatro variables importantes en su trabajo: la estructura formal (la Oficina encargada de hacer operativo el Código de conducta del Grupo), la estructura informal (walking the talk, decía), la personalidad de la gente (que es buena y tiene ganas de hacer bien las cosas) y la tecnología (que abre posibilidades espectaculares, decía). Sobre la existencia de un Código unificado, decía que era muy importante, porque es un elemento de apelación global en todos los países, que asegura que los principios del Código se traducen en políticas y en procedimientos concretos. Y puso un breve video de Louis Gerstner, que fue CEO de IBM, mostrando una idea importante: ¿qué es la cultura de la empresa? Aquello que la gente hace cuando no le ve nadie. Y otra más: la cultura no es una parte del juego; es el juego.
Decididamente, aprendí mucho de estos dos expertos.