Cada día me encuentro con alguien que me pregunta: «Pero, ¿es verdad que la economía española está superando la crisis?» Y suelen añadir: «Porque yo no lo veo…». Mi respuesta es: sí. Y presento algunas razones:
- El crecimiento de la demanda agregada. Y me contestan: sí, pero es fruto de las exportaciones. Vale, les digo yo. Y las exportaciones ¿crean o no producción y empleo? Me recuerda a los que, en los años sesenta y setenta decían que el turismo no era un motor de la economía española, quizás porque no se materializaba en chimeneas y humo, o porque parece que los turistas dejarían de venir la semana que viene…
- Las reformas están dando resultados. Sí, ya sé que son incompletas, pero ahí están, y produciendo efectos, por ejemplo en el empleo.
- El crédito nuevo está aumentando. Lentamente, sí. Pero está aumentando. El stock de crédito se reduce (los bancos dan de baja créditos incobrables), pero el flujo aumenta (los bancos están concediendo nuevos créditos). No hay para echar cohetes, pero… ¿es o no un factor de recuperación?
Hay otras razones, claro, pero no quiero escribir demasiado sobre esto, al menos por ahora. Tranquilos: la economía se está recuperando. Poco a poco, muy poco a poco, pero se está recuperando.
Puede perder ritmo, claro, porque la ley de Murphy no ha sido abolida, y si algo puede salir mal, saldrá mal. Pero, entre tanto, yo me apunto al optimismo. ¡Ah!, y a la paciencia. Las plantas no crecen tirando de ellas hacia arriba, sino porque hay algo dentro de ellas que las hace crecer.
El factor de recuperación clave para las salidas de las crisis económicas son las inversiones del sector privado, muy vinculadas a la confianza de los empresarios. Ni las actuales reformas ni el crédito nuevo parece que estén influyendo en esa confianza. Creo en el optimismo, pero no me apunto ni a la paciencia, ni a la complacencia..