A raíz de la muerte del periodista norteamericano James Wright Folley a manos de los asesinos del Estado islámico en Iraq, leí en Mercatornet un comentario que me gustó (aquí, en inglés). Sheila Liaugminas recogía las respuestas de los líderes occidentales: indignación, repulsa, anuncio de represalias, promesa de acciones militares más duras… Y añadía: “no me gusta que en estos días se hable solo de ‘respuesta’, en vez de presentarnos una nación que se pone en pie en nombre de principios como la libertad, la protección de sus ciudadanos y la justicia, tomando una actitud proactiva que haga realidad lo que la Carta de las Naciones Unidas llama ‘el derecho a proteger’”.
Me gusta el comentario, porque pone el dedo en la llaga: estamos ante una sociedad (la occidental, también la española) que no adopta actitudes positivas, enérgicas, en defensa de sus ideales y sus convicciones. La autora da a esto un nombre: “la crisis del relativismo moral ante el mal puro y duro”. Y lo explica así: “En el mundo postmoderno nos hemos acostumbrado a pensar que la verdad es relativa a la persona, al lugar, al tiempo y a la cultura (…). Pero cuando todo es relativo y nada es absoluto, no hay un estándar. No hay bien o mal, justo o injusto, bueno o malo; solo hay diferencias de opinión que todos dicen respetar. Pero cuando no hay bien o mal, correcto o incorrecto, justo o injusto, ¿qué puede guiar a la persona, la cultura o la sociedad en la dirección de lo que hay que hacer? Solo queda el poder. De manera que, en ese mundo moralmente relativista, hemos asistido a la no-santa alianza entre unos entes agresivos que ejecutan su voluntad sin contemplaciones, y unos observadores pasivos que se preguntan: ¿quiénes somos nosotros para juzgarles?”.
Esa es, en definitiva, la posición del mundo occidental ante los asesinos islámicos. Sheila se pregunta, para acabar, si nos podríamos poner de acuerdo sobre algo… por ejemplo, sobre si lo que el Estado islámico es… ¿malo? “Y cuando consigamos movernos de un interés tímido, teórico, desapasionada, antropológico sobre los asuntos humanos a una verdadera comprensión de lo que está ocurriendo, quizás nos encontremos movidos por un sentido profundo, quizás incluso sagrado) de lo que es la dignidad humana y la justicia. Nos habremos desplazado del ámbito en el que toda la moralidad es relativa… al ámbito en el que hay un estándar absoluto de verdad y de moralidad, en el que la vida humana es merecedora de dignidad y de respeto, y en el que la violación de esa dignidad exige que se restablezca la justicia”. A partir de ahí, podemos empezar a hablar acerca de qué podemos hacer.
mejor divho , imposible, hay muchos gobiernos y ocos lideres, liderar significa ejemplo,etica,valor y austeridad en propia actitud desde el poder,el relativismo que profesan lo hacen con el fin de no ser medidos con la exigencia y claridad que debe un gobernante a su pueblo,por eso no hacen y dejan hacer, no limitan ni cuestionan,lo que se deja de hacer alguien lo hace,el poder lo tiene quien actua y quien lo ejerce,no quien lo sostiene en una vana teoria,la humanidad merece conceptos mas amplios,como los que ud. plasmo aca,gracias
http://www.mulheresnasuamao.com.br/
mejor divho , imposible, hay muchos gobiernos y ocos lideres, liderar significa ejemplo,etica,valor y austeridad en propia actitud desde el poder,el relativismo que profesan lo hacen con el fin de no ser medidos con la exigencia y claridad que debe un gobernante a su pueblo,por eso no hacen y dejan hacer, no limitan ni cuestionan,lo que se deja de hacer alguien lo hace,el poder lo tiene quien actua y quien lo ejerce,no quien lo sostiene en una vana teoria,la humanidad merece conceptos mas amplios,como los que ud. plasmo aca,gracias
MUY BUENA LA REFLEXION!!!
Estoy de acuerdo, estamos en la cultura de todo vale, todo es relativo, en respetar las diferencias, los que nos decimos buenos, mientras que la volencia, los asesinos, los ladrones, las violaciones, el porder por el poder, avanza a pasos agigantados y cada vez mas se impone en esta sociedad que ve y se siente invadida por esta nueva moralidad que no sabemos a donde llegará. La Justicia forma parte de los que se creen buenos y eso creo que nos ha descolocado ya, porque no estamos protegidos, como creíamos, la policia no actua por eso mismo, ( la relatividad,) y nos vemos sorprendidos por este mundo que esta sin rumbo. No es mi costumbre, pero ante esta realidad no puedo ,mas que querer entender cuál es el camino, cual es la verdad que nos conduce a cambiar este rumbo, entonces vuelvo nuevamente al origen, por donde cada uno está y despertar conciencias, en cada uno que con nosostros se conecta y creo que el camino es intentar otros comportamientos y hacernos responsables y defender nuestra verdad y generar grupos de organizaciones en defensa de este tipo de relatividad.