Leo hoy la noticia de la dimisión de la ministra Ana Mato, por denuncias de corrupción. Casi al mismo tiempo, leo una carta al Financial Times (aquí, en inglés), en la que Mark Goyder menciona algunas preguntas que todo consejo de administración se debe formular.
«¿Decimos claramente cómo esperamos que se comporte nuestra gente? ¿Les animamos a encontrar un equilibrio entre incentivos económicos y buena conducta? ¿Dan buen ejemplo nuestros directivos? ¿Cómo se comportan nuestros ejecutivos cuando nadie les supervisa? ¿Cómo lo sabemos? ¿Cuántos ejecutivos con éxito han sido despedidos porque no se han comportado como debían?»
Siempre pensé que el Consejo de Ministros debía ser tanto o más exigente que un consejo de administración. Lo siento, parece que me he equivocado en mis apreciaciones. Parafraseo una de las últimas frases de la carta del FT: «si el consejo [de ministros] pone así el dedo en el pulso, [el gobierno] tendrá un buen fundamento para su cultura de riesgo«. ¿Es demasiado pedir? Si lo hacen los consejos de instituciones capitalistas, ¿no lo pueden hacer las instituciones políticas? Porque desde hace unos años se sabe cómo hacerlo…
Gran reflexión señor Argandoña.
Mirta, sin duda, la crisis moral es la causante de la crisis económica.
Saludos
Pedro
Volvemos a la raiz de la crisis profesor, mal llamada crisis financiera, es más profunda porque es crisis moral. Crisis de la que solo vamos a salir desde mi humilde entender con nuevos paradigmas, o los viejos principios y valores de nuestros antecesores, la ética de Aristóteles, la responsabilidad, honestidad y el sentimiento de amor a la patria de nuestros próceres, San Martin en el caso de Argentina, la honestidad del ex- PRESIDENTE ILIA.
Considero que desde nuestras Universidades cada docente debe hablar y ser coherente con su accionar, frente a los alumnos, temas éticos. y los valores morales. Si no insistimos desde las Universidades, en donde somos formadores, en que otro àmbito?
Buen fin de semana a todos los que participan en esta página.