El desempleo es el problema principal de la economía española. Me parece que hay un amplio acuerdo sobre esto; y si no es el primer problema, es uno de los primeros. La solución, para muchos expertos y políticos, es impulsar la demanda. Sigamos consumiendo, nos dicen; es un deber cívico; pero no nos explican si esto es sostenible y cuáles serán las consecuencias a largo plazo: me parece que están pensando más en salvar un sector comercial sobredimensionado que en resolver el problema de los parados. Reanimemos el crédito, nos dicen; pero no explican si esto es factible para la banca, y si es bueno para unas familias y empresas todavía demasiado endeudadas. Que Alemania impulse su gasto público para relanzar nuestras exportaciones; pero no se preguntan si esto es lo que necesitan los alemanes, y si están dispuestos a hacerlo por nosotros, y si esto nos salvará a nosotros o no.
Ya he dicho otras veces que me parece que el crecimiento de la demanda es condición necesaria para mejorar el empleo, pero no es suficiente. Seguimos teniendo un mercado de trabajo dual, ineficiente y poco justo; seguimos con demasiadas inflexibilidades, políticas incoherentes e intereses creados… O sea, seguimos necesitando adelantar en las reformas del mercado de trabajo. Y antes de hacer propuestas concretas me gustaría que nos parásemos a pensar en qué funciones debería cumplir ese mercado en un país como el nuestro. He aquí una propuesta:
- Debería fomentar el crecimiento de la productividad, porque este es la base para el crecimiento del nivel de vida de la población, No es verdad que el empleo sea contrario al crecimiento de la productividad. La discusiones sobre si los salarios deberían subir ya ahora en España olvidan que los salarios pueden subir cuando aumenta el valor de la productividad del empleado, o sea, el nivel de precios cobrados por la empresa y el aumento del producto por persona.
- Debería reducir la tasa de paro, facilitando la búsqueda de empleo, puestos de trabajo potencialmente más duraderos y más satisfactorios.
- Y debería permitir una tasa de participación o de empleo elevada: todo lo alta que deseen los españoles, para que estos puedan conseguir el empleo que deseen, a tiempo completo o parcial, temporal o indefinido, con salarios suficientes y dando oportunidades para el desarrollo de cada uno.
Es posible que se sigan necesitando reformas en el mercado de trabajo, también es mas que probable que se tenga que buscar una mayor productividad, pero no olvidemos que la seguridad en el puesto de trabajo crea el clima adecuado para que se reactive el consumo y con ello la economía. No hay que olvidar que el empleo precario y eventual no acelera la económica del país. Las reformas tienen también que enfocarse en ese aspecto.
Velarde dice desde el.2006-7 q debemos poner enfasis en las politicas de oferta. La «política de bolsillos rotos» de la Junta de Andalucía ha llevado a tasas de paro del.40%