«No te pases, Antonio. Lo que estás diciendo es muy fuerte». Sí, claro. Pero, me parece, es pura lógica. Vamos a ver: Rusia es una potencia mundial, no tan fuerte como la antigua Unión Soviética, pero es su heredera. Y tiene muchos intereses en todo el mundo, sobre todo al Sur de sus fronteras, en el Próximo Oriente. Ya pesaba mucho allí, incluso hizo una guerra en Afganistán, que no salió bien. Pues bien, si no quiere perder un cierto control de lo que ocurre en su flanco sur, debe mantener alguna cabeza de puente, ¿no?
Bien, pues repasemos. ¿Afganistán? No parece. ¿Irán? No se dejan. ¿Turquía? No, porque está en en la Otan. ¿Líbano? ¿Iraq? ¿Arabia Saudita o los países de la zona del Golfo? ¿Qué les queda? Pues Siria, donde han estado ya desde los tiempos de la guerra fría. Y si ven que su aliado es atacado por los rebeldes y por los islamistas, ¿qué harán? Pues enviar sus aviones y bombardear a esos agresores, ¿no?
Lo dicho antes: es pura lógica. Pero, claro, es de la lógica que no me gusta. La lógica consecuencialista, que en política se lleva mucho, y también en el mundo de la empresa, pero que nos conduce a aprobar los bombardeos de poblaciones civiles. La misma lógica que llevó a la Unión Soviética a intervenir en Afganistán, y a Estados Unidos a apoyar a los talibanes… y a repetir esos errores en otros muchos países.
Leí hace un tiempo un libro de Kissinger, que fue Secretario de Estado de Estados Unidos, sobre el orden mundial. Kissinger trata de encontrar una lógica en las distintas posiciones en el panorama internacional. Y encuentra componentes digamos ideológicos o doctrinales, además de los propiamente consecuencialistas: por ejemplo, la promoción de la democracia universal, o del derecho de los países a dirigir libremente sus asuntos internos sin interferencias exteriores. Bueno, ya sé que no siempre han sido coherentes con esos principios, pero me gustaría ver más actitudes de este tipo en los asuntos internacionales. Si no, acabaremos felicitando a Putin por su excelente idea de bombardear las ciudades de los rebeldes. ¡Ah!, y también de los islamistas, para cubrir las apariencias, aunque, eso sí, sin hacer lo propio en Iraq que, en definitiva, no entra en la órbita de control rusa. Y, entrando en temas en los que me siento más cómodo, también felicitaremos a las empresas que esconden sus beneficios o corrompen a funcionarios de otros países, porque lo que les interesa es ganar más. Como sea.
Bien explicados los motivos de Rusia, que defiende lo suyo. Lo que no entiendo es por qué, y sobre todo después de Charlie Hebdo, no se ha atacado a la cabeza de la serpiente. Sabemos como se financia EI y lo que hace con ese dinero, comprar hombres-bomba.
¿Y en donde dejan a los Estados Unidos de Norte América con Viet Nam o las intervenciones en países Latino Americanos?
hay una publicación «International Affairs» que es interesante leerla.
Muchas veces publican artículos líderes internacionales explicando sus posiciones en los conflictos que suceden, y es realmente interesante las explicaciones que dan y los criterios que utilizan.
otra cosa es estar de acuerdo o no, por supuesto.