La educación es cara

Sí, sin duda: la educación es cara, sobre todo la universitaria. Y esto es importante. Para nuestro nivel de vida: porque nuestro salario depende, en gran medida, de nuestra productividad, y esta depende del capital humano, y la educación es un componente importante de ese capital humano. De modo que, si la formación es cara, estamos dificultando la mejora del nivel de vida de muchas personas. Importante también para la calidad humana y profesional de nuestros jóvenes: la educación tiene mucho de bien público, porque a todos nos conviene que nuestros jóvenes estén bien formados. Y luego vienen los problemas políticos: si hay que financiarla con recursos privados, esto crea problemas presupuestarios para las familias; y si los recursos han de ser públicos, esto crea problemas para nuestros gobiernos.

¿Por qué es cara nuestra educación, principalmente la universitaria? La pregunta es relevante porque, a la hora de pensar consecuencias y soluciones, hay que tener en cuenta las causas. He aquí algunas:

  • Los costes de la universidad han subido mucho. Los profesores tienen un capital humano acumulado importante, que hay que hacer rendir. Por tanto, hay que pagarles salarios altos, porque si no lo hacemos se irán a actividades del sector privado.
  • Solemos decir que la productividad en la universidad no ha aumentado mucho: al final un profesor se pone delante de 30 alumnos para dar una clase durante una hora, más o menos, y esto no ha cambiado desde hace siglos. Y, como  acabamos de ver, los sueldos de los profesores tienen que crecer al menos al ritmo de las profesiones extrauniversitarias, como dirección de empresas, consultoría u otras muchas. Pero no veo muy claro que la productividad del profesor no haya crecido, y mucho. Mi experiencia es que, hace 30 años, preparar una clase sobre la situación actual de la economía de Japón suponía muchas horas en la biblioteca, y salía mucho peor que ahora, cuando internet te pone toda la información al alcance de la mano en poco tiempo. Lo que pasa es que deberíamos calcular la productividad del profesor de otra manera. 
  • La educación superior es lo que en economía llamamos un «bien de lujo», cuya demanda crece más rápidamente que la renta. La demanda ha crecido, y la oferta no siempre lo ha podido hacer al mismo ritmo, sobre todo la oferta de calidad.
  • También han crecido otros costes, que incluyen la tecnología, las instalaciones deportivas, las residencias, los edificios elegantes…
  • Las universidades han entrado en una fuerte competencia entre ellas, porque llegan menos alumnos a la universidad (al menos en países en que la natalidad lleva años cayendo) y porque tienen posibilidades de estudiar en muchos lugares, y hay que ofrecerles lo mejor para que se queden en nuestro país y vengan a nuestra universidad. Esto significa que hay que ofrecer más becas, o matrículas más bajas, o muchos servicios adicionales. 
  • Esto último significa que el producto de la universidad ha cambiado. Antes el problema era poner un profesor, un aula y un biblioteca; ahora incluye muchas actividades adicionales, desde visitas y estancias fuera hasta servicios de colocación profesional, pruebas de acceso, búsqueda de alumnos a veces en lugares distantes… La educación incluye muchos servicios adicionales -y esto pasa en muchos otros servicios.
  • También se ha diversificado el producto en otro sentido: ahora los profesores deben dedicar muchas, muchas horas a la investigación, lo que supone dedicar menos recursos (relativos) a la docencia y más a esos otros resultados que, teóricamente, incidirán  en la calidad educativa, pero quizás dentro de muchos años (y visto lo que publican muchos de nuestros investigadores, nunca).
  • Howard R. Bowen presentó hace años sus «cinco leyes de los costes de la educación superior», que añaden un nuevo factor. 1) Los fines dominantes de estas instituciones son la excelencia, el prestigio y la influencia. 2) No hay límite en la cantidad de recursos que las universidades pueden dedicar a esos objetivos. 3) Cada institución levanta todo el dinero que puede (incluso las públicas salen a la calle a buscar recursos privados: donaciones, contratos, etc.). 4) Cada institución gasta todo lo que ingresa. 5) El resultado de todo esto es un gasto siempre creciente en la educación superior.  

Que cada lector saque sus consecuencias sobre por qué la educación universitaria es cada vez más cara. Pero todo lo anterior es muy importante, como ya he apuntado más arriba. Tener un hijo es ahora mucho, mucho más caro que cuando yo nací, y cuidar de él hasta que acaba su estancia en la universidad es todavía más caro, tanto si se hace cargo de esto la familia directamente, como si se hace cargo indirectamente, a través de los impuestos. Y como esto se repite en, por ejemplo, la sanidad, o la vivienda, el coste de la vida es cada día más caro. Claro que le sacamos más partido, pero, bueno, es más caro. Y no hay manera de tener una universidad «a la antigua usanza», sino todos los avances que he mencionado antes.

Y aún hay más consecuencias. Nuestros jóvenes se endeudan en cantidades astronómicas, para tener el título que les permitirá ganar el dinero que necesitan para devolver esa deuda, justo a tiempo (si es que llegan a tiempo) para comprarse una casa (también cara) y montar una familia (que tampoco será barata). Y si no se endeudan ellos, lo paga el Estado, es decir, lo pagamos todos, con unos impuestos que hemos de dedicar a la educación (cara), a la sanidad (cara), a las pensiones (caras, sobre todo si no confiamos en que podremos vivir con las pensiones públicas)…

Perdón, me estoy enrollando. Simplemente quiero decir que, antes de buscar soluciones «baratas», por el estilo de más becas o matrículas más reducidas, pensemos cuál es nuestro problema. Que no es el mismo que tenían mis padres cuando yo empecé mi carrera.

Antonio Argandoña es Profesor Emérito de Economía del IESE.

2 thoughts on “La educación es cara

  1. Estoy de acuerdo con las causas, pero desde luego es un problema solo para algunos el que la educación universitaria esté tan cara.

    Sinceramente, entiendo que la calidad se paga, pero también opino que estudiar una carrera debe ser accesible para todo el mundo..

    Gracias por el post, un saludo.

  2. El problema está en que no se logra identificar a los más idóneos para ser profesores porque es imposible (decía Juan Antonio) comprobar experimentos cuando las hipótesis no dan el nivel …

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