En la entrada anterior expliqué de dónde pueden venir las elevadas remuneraciones de los directivos, esas que algunos ven en el fondo de la crisis financiera reciente, y que otros califican como el mal endémico del capitalismo contemporáneo.
Pero todo lo anterior parece demasiado fácil, ¿no? Los accionistas deben darse cuenta de lo que hacen sus directivos, ¿no? Sí, pero aquí aparecen unas cuantas variables externas que complican el análisis. Fiscales, por ejemplo: si el impuesto sobre las rentas del trabajo es mayor que el del capital, los directivos pedirán a los propietarios que les paguen una parte importante mediante acciones u opciones, y los accionistas accederán, porque eso de evitar pagar impuestos les parece muy razonable. De procedimiento: los miembros del consejo de administración no suelen ser expertos a la hora de contratar directivos de alto nivel, de modo que recurren a headhunters, a los que les interesa señalar la calidad de sus recomendaciones apoyándolas en salarios altos, sobre todo con argumentos como “no encontrará usted managers de este nivel por un salario inferior”. La dinámica del mercado de directivos apunta al crecimiento constante de las remuneraciones, por esta razón y también para evitar que otras compañías se lleven a nuestro director general, pagándole más.
Y hay más razones. Los consejos de administración se construyen, a menudo, a la medida del CEO, de modo que los consejeros le deben el puesto y dependen de él para muchas cosas. Es, pues, difícil que el consejo vete un aumento de salario al CEO. También los fondos de inversión, que son los principales accionistas de muchas empresas grandes, prefieren directivos bien pagados, porque, entre otras razones, son mejores clientes para el banco de inversión.
Y el juego interesa también a los directivos, que ganan si la empresa crece, y pierden poco si va mal, porque no tienen demasiados compromisos financieros con ella (y, conociendo lo que pasa, pueden vender antes de que la tragedia sea conocida por el mercado). En definitiva, el mercado de directivos, sobre todo en empresas grandes y multinacionales, es muy opaco, hay demasiados “productos” diferentes, no hay información comparable… En momentos de euforia, o tras un percance, se firman contratos multimillonarios, con compromisos muy altos para el futuro (planes de pensiones, compensación por despido), que son los que, al final, dan lugar a los titulares de periódico.
¿Hay un problema ético, en todo lo anterior? Sí, claro. La clave no está en el diferencial entre lo que se lleva el director general y lo que gana la recepcionista; esto es solo un indicador de que puede haber un problema. A menudo no lo hay, porque el directivo actúa limpiamente, trata muy bien a sus empleados, se vuelca con sus clientes… se gana, en fin, cada euro de su remuneración (otra cosa es qué haga él luego con ese dinero). Lo más importante ya ha ido apareciendo en los comentarios anteriores. El supuesto de que el CEO tratará de engañar a los propietarios ya es un problema ético, pero la manera de resolverlo, con más remuneración y con stock options, lo hace endémico y más grave. El reparto de las rentas, o de los beneficios extraordinarios, es otro problema, este de justicia distributiva. Los contratos insensatos son un problema de justicia conmutativa. Los conflictos de intereses en los headhunters y en los consejeros son otro. Y la asunción de riesgos excesivos, provocada por la oportunidad de ganar más a corto plazo. Y la pérdida de lealtades. Y el mal ejemplo dado a la empresa y a la sociedad…
Los Comentarios de la Cátedra son breves artículos que desarrollan, sin grandes pretensiones académicas, algún tema de interés y actualidad sobre Responsabilidad Social de las Empresas.
En mi opinión este aspecto entra dentro de las empresas privadas, la propiedad privada es un principio que hay que defender. Por tanto si una empresa privada decide pagar más o menos a sus directivos no creo que sea criticable desde el punto de vista numérico o justificativo si no que responde a la ley de oferta y demanda, Que caracterisitcas está buscando el «comprador» de directivo? Y cuán faciles son de encontrar estas características? Cuantos más candidatos potenciales cumplan tus requisitos, menos tendrás que pagar y viceversa. La cuestión más importante en mi opinión es la de que características o el perfil de directivo se busca. Si el perfil se define con criterios únicamente racionales o también se tiene en cuenta el perfil ético? Los dueños de una empresa tienen el derecho de hacer con ella lo que quieran que para eso es suya, pero está claro que incrementar el perfil ético de un directivo y los comportamientos éticos de una empresa resultan muy rentables en el largo plazo y por tanto harían bien los dueños en buscar un directivo que sepa lo que hace y al mismo tiempo le preocupe el prójimo (que es la característica clave de la que emanan las demás virtudes éticas, en mi opinión). Paradójicamente este perfil de directivo es el más escaso y no es el más caro (ya que su ambición va más lejos que el dinero) sin embargo los sistemas de detección actúales no son capaces de identificar adecuadamente estos perfiles de personas muy capaces, comprometidas con los demás, más éticas y honestas pero menos ambiciosas o visibles. Yo creo que las empresas que triunfaran en los próximos 20 años serán empresas que han sabido virar hacia este nuevo tipo de directivo, …lo demás me parece del siglo pasado. Estos cambios de modelo llevan su tiempo sobre todo por que los actuales sistemas (tal como muy bien ha descrito Antonio Argandoña) siguen en funcionamiento y lleva su tiempo desmontarlos, pero a mí se me hace claro y evidente que el cambio de modelo está aquí para quedarse y lo que aparenta seguir funcionando está desapareciendo. Me recuerda a algo que leí en un libro sobre lo que opinaban los fabricantes de coches de caballos cuando aparecieron los primeros a motor: «no pasa nada, estos nuevos vehículos no son tan eficientes, necesitan combustibles,…» La mayoría de ellos desaparecieron anclados al pasado y solo unos pocos Se adaptaron al nuevo medio. Ahora pasa algo parecido, estamos en pleno cambio de modelo, los directivos tan reputados y buscados antes dejaran de serlo porque lo que se demanda en la empresa y sociedad del futuro son cosas diferentes.
Son excesivos por inmerecidos. ¿Nos olvidamos de la necesaria colaboración de todas las personas para lograr un fin?
Las cooperativas de MONDRAGÓN con su sostenibilidad demostrada y su horquilla reducida de 1 a 7 veces, han demostrado el razonamiento sin base de todas las argumentaciones tradicionales e interesadas además de inmorales.
Al definir un número, ya se está influyendo sobre los demás: p.ej. CAPM. Pero lo más triste es que aunque todas las acciones directivas debieran ser éticas, para que haya justicia, ese número debe ser bien calculado. Para ciclos anuales, la proporción más justa desde el modelo contra-variante es de 44 veces los imprevistos (volátilmente correlacionados: es en este cálculo donde pueden intervenir modelos como el WACC). Deben haber modelos mejores pero su matemática aún no se ha descubierto. Si con los modelos contable-financieros actuales se sobrepasa esta proporción (44) la quiebra es segura a largo pero ya se siente a corto. Las remuneraciones directivas dependen mucho de cómo puedan manejar (los directivos) los imprevistos del mercado que casi siemre superan el año, por lo que esa proporción, en la práctica, siempre es menor.
Es excesiva la remuneración cuando hay una empresa dispuesta a pagarla? Excesiva, respecto de qué? En algunas profesiones sí que existe un canon escrito que relaciona una actividad con un precio. Si existe un pago por encima del que podría ser el objetivamente esperado (basado en el coste de las actividades), su justificación podría basarse en el interés de un demandante por pagar específicamente este precio. Luego el precio, desde un punto de vista económico no sería excesivo. Ahora bien, cuando este pago alcanza niveles excesivos, (brutalmente excesivos, descabelladamente exagerados), esta cualificación externa solo puede provenir de la moral, no les parece? Por qué el salario de Leo Messi es tan disparatadamente elevado en relación al de un cirujano de Médicos sin Fronteras que trabaja en una zona de querra? Tal vez la explicación podría buscarse en el funcionamiento del mercado, y en la reducidísima influencia de la moral en la fijación de estos sueldos?