La empresa como fin, la empresa como medio

En la website de La Fageda encontré un frase que me sirve para introducir esta discusión:  «A lo largo de sus más de 30 años de historia [La Fageda] ha consolidado un proyecto social a través de una empresa que ha situado al mercado una marca de reconocido prestigio». Está claro: la empresa es aquí el medio para un proyecto social. Si el lector está dirigiendo una empresa de ese tipo, debe tener muy clara una cosa: su empresa es un medio para otro fin. Por tanto, el propósito de la empresa como medio está subordinado al del proyecto social. Claro que la empresa como medio tendrá sus exigencias propias: por ejemplo, deberá cumplir todo lo que lo que legislación mercantil, fiscal y medioambiental señala para las empresas en general. Pero su propósito es otro. Argumentos como ganar dinero, ser competitiva, innovar, internacionalizarse, ser sostenible, etc., estarán subordinados al proyecto social. Por ejemplo, «debe» ganar dinero, porque está para sacar adelante un proyecto social que, por definición, es caro, no porque ganar dinero sea el propósito de la empresa, y «debe» ser competitiva porque, si no lo es, el proyecto social se irá al traste. Por supuesto, la empresa puede dejar de existir, y convertirse en una onegé que se financia con donativos, o sea, la empresa es un medio que, cuando se considera que ya no es útil, se tira y se sustituye por otro.

No estoy seguro de qué quiero decir cuando digo que la empresa es o puede ser un fin. ¿Qué hace una empresa? Reúne recursos, materiales y humanos, bajo una dirección, para conseguir algo, que consiste en la satisfacción de necesidades humanas mediante la producción de bienes y servicios. Al final, lo que aparece son las personas: las que colaboran (proveedores de capital, de trabajo, etc.) y las que ven atendidas sus necesidades (como clientes, pero también como trabajadores, capitalistas, proveedores, etc.). Me parece que, el final, todas las empresas son medios para satisfacer necesidades de dos colectivos, los proveedores de recursos y lo beneficiarios de lo producido. La empresa social añade un tercer colectivo, y le da preferencia, pero solo una preferencia que podemos llamar tendencial: la empresa ha de ser gestionada para los que colaboran, porque si no colaboran no hay empresa, y para los que reciben sus bienes o servicios, porque si ellos no compran no habrá empresa; la empresa social añade un tercero, un colectivo que no es solo cliente, que es trabajador, pero que está en la empresa por una razón distinta. En el caso de La Fageda, ese colectivo es trabajador porque tiene unas necesidades sociales que necesitan trabajo para ser atendidas (La Fageda «nace a principios de los años 80 como una experiencia piloto para tratar de sacar a los enfermos mentales de los hospitales psiquiátricos y del estado de marginación social que padecían», según dice en su web).

¿A dónde voy? A enunciar, de manera provisional, la idea de que el propósito de toda empresa es atender a dos colectivos: los de dentro, incluyendo trabajadores y directivos, para también accionistas, porque todos son necesarios. Y los de fuera: los clientes, en primer lugar, y, en el caso de las empresas sociales, otros colectivos. O, como decimos habitualmente, todos sus stakeholders, internos y externos. Pero quiero hacer notar dos cosas. Una: hay stakeholders que no figuran en el propósito de la empresa (la empresa no tiene como finalidad proteger el medio ambiente, por ejemplo); con estos no tiene una obligación por su propósito, sino una obligación, previa, de justicia, porque no tiene derecho a hacerles daño (por ejemplo, contaminando su río). Y otra: tampoco los destinatarios de la acción social son propiamente stakeholders. O, si se quiere, son stakeholders que incorporo voluntariamente. Esto podría ser el factor diferencial de la empresa social. Pero no estoy seguro de todo esto…

 

8 thoughts on “La empresa como fin, la empresa como medio

  1. Qué gran artículo Profesor, para reflexionar y tomar acción. Muchas gracias por profundizar en este importante tema. Seguimos…

  2. Querido profesor,
    La empresa puede tener muchos fines a cuál más necesario, importante y ennoblecedor. Uno de ellos es sin duda asumir la RS en la medida de sus posibilidades.
    En mi vida profesional he tenido muchas satisfacciones pero la que más me ha llenado como persona fue el que un dia pude escribir lo siguiente:

    «Muchas personas encuentran difícil o directamente imposible competir en un mercado laboral abierto debido al ritmo y las presiones del mundo comercial y a los prejuicios que acompañan su situación.
    Nuestra empresa ha estado colaborando desde hace muchos con una organización sin ánimo de lucro, pionera en proyectos de inserción laboral que desarrolla un esquema para educar y rehabilitar personas proveyendo un abanico de ocupaciones y oportunidades vocacionales a través de las adecuadas actividades.
    En nuestra empresa siempre hemos tenido un grupo de varias personas con su monitor.
    Les estamos ofreciendo o bien una ayuda a aquellos que necesitan recobrar habilidades y autoestima, o un entorno de trabajo resguardado para aquellos que no pueden competir
    en el mercado laboral pero para quienes contribuir de manera efectiva y con significado es crucial para su restablecimiento y estabilidad.
    Nuestro ánimo es contribuir en que estas personas consigan igualdad en una sociedad en la que ellos y ellas se vean valorados y tengan las mismas oportunidades que los demás.
    Esto es no es una caridad, es una responsabilidad social y una satisfacción ética para todos nosotros.»

    Por favor, quienes de vosotros, por su cargo en la empresa u otras circunstancias, tenga la oportunidad de acoger personas discapacitadas, que no lo dude, el reconocimiento, agradecimiento y cariño que recibiréis será inmenso y os acompañará toda la vida.
    Saludos

  3. Como decía Polo y asegura Sellés, cada persona es su familia. La sociedad es el medio y las personas (ergo: familias) son los fines. Las empresas crecen y hacen a otros crecer en hábitos y las familias (personas) ponen todos sus valores (virtudes) para ello. Pero las virtudes crecen en las familias donde se vuelca cada uno con sus dotes operativas y aprendizajes en las empresas (hábitos) para ese fin. Esto es de la 3ª parte de Antropología Trascendental.

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