A vueltas con la ciencia económica (II)

Remato mis comentarios sobre la ciencia económica, a propósito del trabajo sobre Samuelson al que me referí en una entrada anterior. Ya dije que necesitábamos una teoría de la acción económica, más limitada que la teoría de la acción en general.

Me parece que seguimos necesitando esa teoría de la acción humana en la economía, pero reconociendo que esa no es toda la acción humana en la sociedad, y que, a menudo, el tema que nos interesa se sale de los supuestos de la acción económica pura, lo que exigirá abrir la economía a otros supuestos y aun a otras disciplinas. Porque si perdemos el ‘núcleo duro’ corremos el riesgo de convertir la ciencia económica en un conjunto de modelos poco conectados entre sí (y el ámbito de la dirección de empresas es una buena muestra de esto: todo el mundo cuenta historias con bases diferentes, aunque intentamos darles una unidad, alrededor del concepto de maximización del valor del accionista que, por otro lado, nosotros mismos no reconocemos que sea una base sólida). Y, por otro lado, esto no significa que ese núcleo sea, necesariamente, el neoclásico, que puede resultar demasiado estrecho.

Y esto tiene otra implicación: necesitaremos, probablemente, ser más abiertos en la metodología, para evitar que esta se convierta en una camisa de fuerza, que condicione lo que se puede investigar y cómo se debe investigar. Recordemos a Samuelson: “Yo soy ante todo un teórico. Pero mi primera lealtad es con los hechos” (2016, 64). Y la queja de Boettke (1996): “mientras que el proyecto neoclásico empezó como un intento de desarrollar un marco teórico general capaz de iluminar la condición humana, se ha convertido en una empresa intelectual preocupada por abstracciones flotantes y por las técnicas desarrolladas para ayudar esos vuelos mentales de la imaginación”. Y su recomendación: “Hay muchas maneras diferentes de hacer economía, y diferentes académicos poseen diferentes habilidades. La economía será una disciplina intelectual mucho más pobre si erige barreras contra los que poseen las habilidades del historiador o el filósofo, pero no poseen el entorno, la inclinación o la aptitud para el análisis matemático necesaria para dominar el moderno menú de modelos que hoy representa la disciplina de la economía” (Boettke 1996).

 

One thought on “A vueltas con la ciencia económica (II)

  1. La economía es un estudio del hombre en el negocio ordinario de la vida. Pregunta cómo obtiene su ingreso y cómo lo usa. Por lo tanto, es, por un lado, el estudio de la riqueza y, por otro lado, y el lado más importante, una parte del estudio del hombre

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