El otro día estuve en un Congreso organizado por la International Chamber of Commerce, en su rama española, en Palma de Mallorca. Hablamos, mucho, de Responsabilidad Social (RSC). Afortunadamente, la mayoría de los participantes ocupaban cargos directivos en empresas (grandes, como suele ocurrir en estos casos), de modo que pude aprender mucho, escuchando sus aportaciones, lejos de las abstracciones de los académicos.
Escuchándoles, volví a darme cuenta de que entendemos la RSC más como algo «hacia afuera» que «hacia adentro». Quiero decir, como una respuesta a lo que la sociedad demanda o espera de las empresas, que a lo que las empresas entienden que deben hacer para la sociedad. Voy a poner un ejemplo tonto: un niño que abre los ojos a la vida no sabe quién es y qué hace aquí; solo sabe manifestar sus necesidades, con lloros y gritos, y sus satisfacciones, con sonrisas. Quién es él lo aprende mirando hacia afuera: cuando ve la cara de su madre, o siente el abrazo de su padre, o las manos, cariñosas aunque también irritadas, que le limpian la huella que ha dejado en su ropa, entiende, al mismo tiempo, quién es él y quiénes son los de su alrededor. El ejemplo quizás no sea muy bueno, pero me parece que ese juego de mis necesidades – mis lloros – la comida que me dan – mi sonrisa agradecida… se repite en la empresa.
Quiénes somos: una comunidad de personas. Qué queremos: trabajar, ganarnos la vida, ganar dinero, sentirnos útiles, aprender cosas, hacer amigos… Qué hacemos juntos: nuestro propósito. Para qué: para los de fuera, pero también para los de dentro. Por eso miramos hacia afuera: mis productos gustan, nos los compran, sonreímos… tenemos un conflicto, tratamos de arreglarlo, nos riñen o nos aplauden… Ese es el juego de la RSC, me parece. Y, dicho de esta manera, tan poco ortodoxa, nos pone de manifiesto que la RSC mira a las personas, a las de fuera (misión externa) y a las de dentro (misión interna); que tiene que ver con el núcleo del negocio (o sea, con la vida de las personas); que se manifiesta de mil maneras (comiendo, llorando, sonriendo, ensuciando…); que la debemos hacer todos en la empresa (como el niño, que la manifiesta de mil maneras)…
Los Comentarios de la Cátedra son breves artículos que desarrollan, sin grandes pretensiones académicas, algún tema de interés y actualidad sobre Responsabilidad Social de las Empresas.
Profesor Argandoña no es posible no estar de acuerdo con Usted. La RSC es para toda la comunidad, los de «afuera» y los de «adentro», teniendo muy en claro que si los que están adentro están realmente bien porque en las empresas somos «una comunidad de personas. Qué queremos: trabajar, ganarnos la vida, ganar dinero, sentirnos útiles, aprender cosas, hacer amigos… Qué hacemos juntos: nuestro propósito». Sin embargo, ahora con la moda de certificarse para aparecer, de figurar o mostrarse en los medios, y aquí las «redes sociales» son un medio de fácil acceso, baratas, masivas e inmediatas que ponen a todas las audiencias a «un click de distancia», porque ocasionalmente las publicaciones son para impresionar, causar buena imagen y ganar «likes», ¿pero, hay sustancia en esas publicaciones?¿realmente las personas de adentro se sienten y son tratadas con ese mismo respeto y equidad que dicen tener con los de «afuera» o es simplemente resultado de cumplir unos requisitos de certificación?
Hola Profesor
Interesantisimo el artículo y su visión de analizar la responsabilidad social tanto desde la perspectiva interna como desde la externa.
saludos y gran trabajo
Estimado profesor, muy acertada su reflexión sobre la importancia de analizar la responsabilidad social tanto desde la perspectiva interna como desde la externa, pues en la mayoría de los casos, los directivos y especialistas consideran que la RSC es solo las acciones que hacemos con y para la comunidad o entorno donde está enclavada la Organización y esa visión es muy limitada pues la Responsabilidad social, parte desde lo interno, o sea desde el propio funcionamiento y desempeño de la empresa, pues a veces tenemos instituciones que realizan actividades muy benéficas para con la comunidad y sin embargo hacia lo interno su gestión es pésima, en el plano personal en la experiencia que hemos obtenido con la implementación de planes de acción de responsabilidad social, siempre lo hemos visto desde la dimensión interna ( funcionamiento interno y caracteristicas del personal que componen la Organización) y la dimensión externa , o sea que necesidades tiene la sociedad o entorrno donde estás enclavado, para ello incluso hemos elaborado una metodología de diagnóstico que la hemos aplicado en varias empresas y nos ha dado muy buenos resultados para posteriomente encausar el plan de acciones de RSC de manera efectiva.
Buen punto, profesor. Quizá convenga precisar que la RSC es como el motor y la empresa como lo movido. Pero a veces el motor es movido y lo movido es motor, porque forman parte del mismo «organismo». Yo lo entiendo mejor como un sistema (lo movido) y su realimentador (el motor) que a veces se invierten los papeles (el pasado se hace futuro y el futuro, pasado: la famosa materia prima aristotélica). La RSC es el sistema más grande es decir la empresa y su realimentador (los directivos, que a su vez tiene un realimentador: el control-directivo). El concepto de pasado-futuro es medible por la contra-varianza (las capacidades directivas) y el de futuro-pasado es medible por la covarianza