Cómo dirigir personas (III)

Acabo esta serie (desordenada) de recomendaciones de cómo dirigir a las personas en la empresa, cuando esta se concibe como una comunidad de personas. Empiezo con unas pocas recomendaciones sobre el puesto y la tarea

  • El puesto de trabajo y la tarea son las cabezas de puente de los empleados en la empresa. De ahí la importancia de ofrecerles algo que esté de acuerdo con su formación, experiencia y condiciones personales y en lo que puedan sentirse a gusto.
  • El directivo debe mostrar que confía en los empleados, en sus capacidades y en su sentido de responsabilidad, y hacer que lo sepan: correr el riesgo de su libertad. No imponer los objetivos, sino ofrecer la información necesaria para que los entiendan y compartan.
  • Cuidar el diseño de los puestos de trabajo: evitar la monotonía, introducir innovaciones en la organización del trabajo, implantar la rotación de puestos, enriquecer las tareas…

Y acabo con algunas ideas sobre cómo «gobernar» las relaciones dentro de la empresa:

  • Las empresas deben ser lugares de convivencia profesional, en los que cada uno se sienta animado a dar lo mejor que tiene a la empresa, a los clientes, a sus jefes, a sus compañeros y a la sociedad. Aprovechar los equipos formales o informales para fomentar esa convivencia y la disposición a aportar.
  • Las empresas deben ser organizaciones de paz, no de conflicto continuo.
  • Procura que el empleado tenga una visión amplia de la empresa y de su propósito, que se mueva con naturalidad en los distintos ambientes de la empresa y de su entorno. Fomenta el diálogo sobre problemas éticos, conflictos y valores.
  • Los equipos están ideados para evitar el peligro de las visiones parciales; por ello, deben formarse con personas que tengan distintos puntos de vista; el objetivo no es la unidad, sino la diversidad de capacidades y, a partir de esa diversidad, consensuar las actuaciones.
  • Enséñales a tener en cuenta las necesidades de los demás y a considerar el impacto de sus decisiones sobre los otros: “¿te gustaría que te hiciesen eso a ti?”. Ayúdales a moverse por motivos trascendentes.
  • Crea canales de diálogo y participación claros, fáciles de seguir y útiles para el gobierno, de modo que todos puedan dar su opinión sobre los asuntos que les conciernen – pero evitando el asamblearismo. Del mismo modo que un buen médico pregunta al paciente antes de formular su diagnóstico, es necesario conocer lo que el personal piensa sobre la situación, y cómo evalúan las alternativas que se presentan, para que ellos aprendan también de las decisiones de los directivos.
  • Que reflexionen sobre lo que ocurre en su entorno. Que se impliquen en las decisiones y que tengan iniciativas, porque se trata de interesar, dinamizar y comprometer a personas libres y autónomas con un proyecto, y provocar el avance cotidiano para su realización.

Acabamos con unas ideas de Peter Drucker: una organización está enferma cuando la promoción laboral llega a ser más importante para los empleados que cumplir con su trabajo; cuando se está más preocupado por evitar errores que por asumir riesgos; cuando se está más preocupado por paliar la debilidad de sus miembros que por construir sobre sus fortalezas; cuando las buenas relaciones llegan a ser más importantes que realizar el trabajo y conseguir los objetivos

 

4 thoughts on “Cómo dirigir personas (III)

  1. Gran artículo don Antonio como siempre el equipo de gobierno tiene que hacer algo para ayudar a todas las es empresas que están ahora mismo en entre el desconcierto y hay que hacer tomar decisiones que puedan dar a todos los autónomos salidas, y salir adelante porque todo esto tan asumido por sus propios medios cada uno ojalá todo esto pase pronto empiece todo el mundo en su puesto de trabajo y tengamos buenas noticias pronto.

  2. Articulo muy interesante!
    Encuentro un muy buen punto lo de que los equipos estan ideados para evitar visiones parciales, nunca lo habia visto asi! Por eso es muy importante tener diversidad dentro de la empresa, para tener distintos puntos de vista

    Por otro lado estoy un poco de acuerdo con el comentario anterior. Mucha gente cambia al tiempo de estar liderando, muchas veces por inseguridades.

    Un Saludo!

  3. Por mi experiencia es cierto que la mayoría de jefes comienzan intentando ser el mejor líder posible para su equipo. Pero con el paso del tiempo empiezan a absorber el trabajo importante y delegando lo poco esencial (o lo que no sabe hacer), a culpar a los demás por fallos suyos (cosa que además nunca reconocen), y en muchas ocasiones a tratar con poco o ningún respeto a sus compañeros.

    Yo creo que podría tener dotes de liderazgo, pero hace tiempo que desistí de intentar desarrollarlas para no acabar como veo que terminan todos los jefes.

    Siento el comentario tan pesimista, seguro que hay gente con perspectivas más alegres 😅

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