El lector ya sabe que soy bastante pesimista acerca de cómo muchas empresas ponen en marcha sus proyectos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). La primera vez que oyen hablar de eso de sostenibilidad, cuidado del medioambiente, tratar bien a los empleados y escuchar a los stakeholders dicen : «paparruchas, ganas de perder el tiempo; lo que cuenta son los beneficios». La segunda vez, «qué pesados son». La tercera, «sería bonito, pero no tengo tiempo». La cuarta, «es muy caro». Luego: vamos a cumplir la ley, pero ni un milímetro más. Pero llega un momento en que empieza a pensar: «si todos lo hacen, yo también tendré que hacer algo». Y se le ocurre hacer lavado de imagen, o greenwashing. Luego, piensan en hacer algo de comunicación, para quedar bien. Luego, quizás porque algún empleado o directivo dice que podríamos hacer esto o lo otro, empieza a darle vueltas. Y, al final, quizás empieza a hacer algo, solo para quedar bien. Pero luego descubre que tiene ventajas, y empieza a afinar. Y se da cuenta de que sus empleados lo valoran, que los clientes están más satisfechos…
Al menos eso es lo que vemos en los medios de comunicación: las empresas empiezan a tomarse un poco en serio esas medidas, porque todos lo hacen, porque queda bien, porque tiene algunas ventajas… Y los empleados, poco a poco, consideran que eso es lo que hay que hacer. Llega un momento en que parece que, si no haces nada, te estás quedando descolgado.
En todo caso, la intención es la clave. Mientras la intención es engañar, hacer creer que cuidamos todo eso pero no poner verdadero interés, esas medidas son falsas, incluso quizás perjudiciales. Pero quiero pensar que, poco a poco, el mensaje va calando en las empresas…
Aristóteles contaba que cumplir la ley era necesario, pero no mejoraba al que solo lo hace por cumplir la ley, pero que, con la repetición de actos, lo que era mero cumplo-y-miento se puede convertir en convencimiento. Por eso, bienvenida sea la «publicidad» de la sostenibilidad, los OJD y la RSE, si acaba configurando la conciencia de las empresas…
Profesor, esté seguro de que está cambiando, aunque sólo sea por el hecho de la profesionalización, adaptación al Big Data, Cambio Climático. Estamos avanzando casi a la velocidad de la luz.
Parece que esto es bueno y según algunos críticos malo porque no da tiempo a asimilar la gestión de los cambios.
Si, claro que da tiempo a todo. Por eso y por más razones nunca fue más importante que ahora las buenas prácticas, la implementación de la RSE verdadera, la Ética y por lo tanto buena Reputación.
Muchas gracias, avanzamos !
Menos mal que después de tantas décadas de intentar convencer a las empresas de la necesidad ética de una RSE , estemos avanzando ahora tan deprisa.
Pero infortunadamente creo que en el mejor de los casos seguimos con que la mayoría de las empresas no pasan de una ética consecuencialista que disimulan como una pretendida RSE.
Espero que tengas razón y efectivamente evolucione todo como dices.
Saludos.