Un trabajo feliz…

Para ser feliz en el trabajo, no hace falta tener un empleo maravilloso, el que soñamos toda la vida, que desarrolle al máximo nuestro potencial y nos proporcione unos formidables ingresos. De entrada, tener un empleo ya es algo bueno: la calidad de vida de las personas que, en edad de trabajar, están en el paro, es muy inferior a la de los que tienen un empleo, por malo que sea. Otra cosa es que abandonen ese empleo en cuanto puedan, para buscar otro mejor.

La felicidad en el trabajo no está en el sueldo. Un aumento de sueldo tiene un impacto positivo, pero breve. Es mejor tener una remuneración suficiente que crezca regularmente que otra con grandes saltos.

Lo que más se aprecia en los buenos trabajos es la coherencia entre los valores del empleado y los de la empresa y de sus colegas. La satisfacción en el trabajo depende del sentido de realización, del reconocimiento por el trabajo bien hecho y del equilibrio entre trabajo y vida. Trabajar con otros suele ser mejor que hacerlo solo.

A veces hay que luchar por encontrar un empleo mejor, pero otras es mejor permanecer en el puesto que tenemos y buscar en él los valores y la cultura que cuadran con los nuestros. Ayuda fijarse objetivos en el trabajo, tales como mejorar la formación, los conocimientos y las capacidades, y la responsabilidad. Para sentirse «bien tratado», ayuda mucho tener jefes que den claras directrices y feed back frecuente, que premien el mérito y que animen a los empleados a desarrollar nuevos conocimientos y capacidades.

Y, sobre todo, es muy importante que el trabajo se vea como un servicio a otros: un medio para hacer del mundo un lugar mejor, aunque sea en algo muy pequeño.

Para acabar, os deseo a todos una feliz entrada de año y un 2022 lleno de alegrías.

3 thoughts on “Un trabajo feliz…

  1. Muy bueno, la verdad que al final es todo un equilibrio, porque muchas veces nos vamos a trabajos que nos gustan menos para ganar más, xq donde estabamos agusto y felices trabajando no nos daba para tener una calidad de vida decente, sobre todo en el mundo actual, que sube todo menos los salarios, porque como diría un buen político «hay que ser productivos»

  2. Depende de las circunstancias y personales y profesionales se puede permanecer en el puesto o no. Si es posible, apuesto por resistir cuando surge el conflicto. Ahí se ve la resiliencia y fortaleza de cada persona.
    Hoy las empresas están muy revueltas, con crisis continuas …
    Son pocas las verdaderamente ejemplares.

    Me está impresionando su libro, deberían tenerlo como ‘Lectura de cabecera’ empresarios, stakeholders, jóvenes, políticos …

    Querido Profesor, Feliz Año 2022.
    Solo pido Concordia y Salud.
    Y quizás es mucho.

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