Probablemente, el lector ya conoce esta anécdota. El Presidente de Estados Unidos MacKinley quería enviar un mensaje a Calixto García, un insurrecto que estaba probablemente en Cuba. Le dijeron que había un tal Rowan que podría encontrarlo; el Presidente habló con Rowan y le dijo escuetamente que transmitiera un mensaje al tal García. Rowan no preguntó nada, desembarcó de noche en Cuba, cruzó territorio hostil durante tres días, llegó al otro lado de la isla y le dio el mensaje a García.
Todo esto lo escribió E. Hubbart en un artículo en la revista Philistine en 1899. Al día siguiente de su publicación la revista recibió un pedido de quinientos mil folletos de ese artículo; poco después pidieron medio millón más. El texto apareció en más de 200 revistas y periódicos. Si hizo una traducción al ruso que se entregó a todos los empleados de los ferrocarriles de Rusia. Se divulgó en muchos países. En la guerra ruso-japonesa cada soldado ruso hecho prisionero tenía un ejemplar en su mochila; los japoneses lo tradujeron y lo pusieron en manos de los empleados civiles y militares del país. En total, durante la vida del autor se imprimieron más de 40 millones de ejemplares en diecisiete idiomas.
Esto tiene una moraleja útil en el mundo de la empresa. Haga usted la prueba de pedir algo que parezca no tener sentido, como, por ejemplo, pedir a un empleado que busque una enciclopedia y escriba un resumen de la voz «Correggio» (esto lo decía Rowan en su artículo). El empleado, ¿dirá que de acuerdo, y se pondrá a buscar la enciclopedia? ¿O empezará a preguntar quién era Correggio, qué enciclopedia es esa, dónde está, ¿por qué no lo hace Fulanito que escribe bien? o ¿qué tiene que ver esto con mi puesto de trabajo?
Y ahora, la moraleja para el líder de la empresa: ¿cómo puedes promover en tus empleados esa actitud de volcarse en el encargo recibido, poniendo toda la iniciativa, creatividad y responsabilidad en ello?
Aquí se aprecia la diferencia de comportamiento y las capacidades entre unos niños y otros. Me ha gustado mucho este artículo, estaré pendiente de la segunda parte.
Gracias Profesor.