Cuando nos hablan de Inteligencia Artificial (IA) en la dirección de personas, nos acordamos, sobre todo, de la automatización que destruye puestos de trabajo, porque la clave de nuestro razonamiento es la reducción de costes. Y, es verdad, muchas veces eso es lo que ocurre. Pero no siempre, y no tiene por que ser así siempre.
A menudo, después de esa destrucción de empleos, viene un tirón económico, porque los nuevos costes permiten precios más bajos y, en un entorno competitivo, más producción y, por tanto, más empleo. Aunque, eso sí, ese empleo puede no estar en la misma línea que los empleos anteriores, si la IA ofrece no solo más productividad por persona ocupada, sino también la generación de nuevos empleos diferentes.
En definitiva, la clave está en cómo entienda el equipo directivo qué es lo que le ofrece la IA. Si solo ve la reducción de costes, vendrá la reducción del empleo y, después de un tiempo, una posible recuperación del mismo. Pero la IA puede ser, sobre todo, una ocasión para cambiar ventajas competitivas, para innovar en productos o en procesos, para cambiar, poco o mucho, el modelo de negocio. Y esto ofrece nuevas posibilidades.
Desde el punto de vista de los empleados, es importante esa manera de entender el uso de la tecnología por parte de la dirección de la empresa, porque lo que parece un recorte en el empleo puede entenderse como una manera de proteger el empleo si, al mismo tiempo, se facilita la transición de los trabajadores hacia unos nuevos puestos de trabajo.
¡Totalmente de acuerdo! La Inteligencia Artificial no solo es una amenaza para los empleos, sino también una oportunidad para transformar y crear nuevas posiciones. La clave está en cómo las empresas gestionan este cambio, viendo más allá de la reducción de costes y enfocándose en la innovación. La comprensión y la visión a largo plazo son cruciales. En nuestra academia siempre tratamos de educar y transmitir esta idea ¡Buen artículo!
Muchas gracias por su texto Antonio. Desde luego, el uso de la IA es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos los empresarios. Como dices, la clave está en entender que la IA es una forma de innovar y aprovechar las ventajas competitivas y no solo enfocarlo como una forma de «sustituir trabajo» y, por ende, reducir costes. Un saludo.