El papel de las empresas en la sociedad

El pasado día 5 explicaba es esta blog lo que había dicho el día 4 en una sesión en el IESE, en Madrid, en la presentación del Informe 2013 del Voluntariado Corporativo en España, hablando del tema que da título a esta entrada (aquí). He aquí algunas de las ideas que expresé allí:

• El criterio deben ser los impactos de mi empresa en la sociedad. Positivos y negativos, claro. Por tanto, evitar el daño, compensar el daño causado, y hacer el bien. Y esto me recuerda lo que decía Leonardo Polo sobre esto del bien: haz el bien, todo el bien que puedas. Ahí no hay límite: estamos en el reino de la generosidad.
• A todos los afectados. El concepto de stakeholder tiene que ser muy amplio.
• Alrededor de tu negocio. Claro: si no, no tiene mucho sentido (¿qué hace un fabricante de envases de plástico construyendo escuelas en Tanzania? Bueno, algo bueno hace, pero quizás sería mejor que lo hiciese más próximo a su negocio). De este modo, es más probable que la iniciativa sea sostenible -también que lo sea dentro de la empresa: el próximo director general no se preocupará de los niños tanzanos, pero seguirá preocupado por los envases…
• Dialoga. No tienes la clave de todo. Pregunta, interésate. Pregunta sobre todo a los beneficiados o perjudicados por tu acción: ¡cuanta RSE se queda inoperante porque no se ocupa de los problemas reales!
• Alíate con otros. Porque no sabes hacerlo todo.
• Involucra a los de dentro. Son los que darán la cara.
• Promover las capacidades es más importante que dar dinero. 
• Haz las cosas a tu manera, pero no intentes reinventar la rueda.