Cuando yo era (más) joven, me dieron un argumento importante para comportarme siempre con prudencia (o, como dicen ahora, con racionalidad práctica): ¿dispararías, me preguntaban, con una escopeta en dirección a unos arbustos, sin saber si detrás de ellos hay una persona? Hoy en día proponemos llevar a cabo análisis de diligencia debida, es decir, […]