¿Qué papel deberían tener los familiares no accionistas en el gobierno corporativo? Lanzaba esta pregunta en mi último post. Sería un error enfocar el sistema de gobierno de una empresa familiar obviando a uno de los principales grupos de interés presentes en el sistema: aquellos miembros de la familia que no son y probablemente no serán accionistas de la empresa familiar.
A veces, en documentos como el protocolo familiar o en las propias capitulaciones matrimoniales, se determina quiénes podrán ser accionistas de una determinada empresa familiar y quiénes no lo podrán ser. Que no lleguen a ser accionistas no quiere decir que directa o indirectamente no vayan a ejercer ningún tipo de influencia en el sistema de gobierno.
En mi opinión, intentar limitar los derechos de las personas a lo que marque la ley mercantil es no querer entender que, en la empresa familiar, además de la propiedad legal, hay una propiedad psicológica o emocional, que es justamente lo que la hace sólida en el tiempo. En el segundo tipo de propiedad, todas las personas tienen su influencia y para ello no hace falta que tengan acciones ni que asistan a la junta de accionistas.
Un buen sistema de gobierno corporativo en la empresa familiar debe de tener órganos, estructuras y procesos que permitan la involucración de todos los familiares con el proyecto empresarial. Hay que conseguir que todos sientan el orgullo de pertenecer a un proyecto común independientemente de que ostenten la condición de accionistas o que no lo sean.
En la etapa fundacional todo es uno: el/la fundador/a ejerce el control de la propiedad, dirige la empresa y lidera la familia. El tiempo cambia las cosas, y en la segunda generación ya no hay una familia con liderazgo único y valores compartidos, sino que aparecen actores que son personas educadas en otras familias y por lo tanto con la posibilidad de que sus valores no sean cien por cien coincidentes con los que había en la familia de la primera generación. Los descendientes de estos tendrán mas internalizados los valores de sus padres que los valores de la generación fundadora.
Con el tiempo, se llegará a un esquema en el que habrá muchas familias nucleares, emparentadas entre sí y con distintos grados de participación en la propiedad de la empresa familiar. Si no hay espacio para todos los miembros de esas familias en el accionariado, habrá que articular órganos de gobierno que permitan mantener la unidad y el compromiso de todos ellos con el proyecto empresarial común.
En el siguiente post comentaremos el papel del consejo de familia y la asamblea familiar en el sistema de gobierno de una familia empresaria.
Muchas gracias por sus articulos, disfruto leerlos
Muchas gracias, Juan Manuel.
Josep Tàpies