Management, gobierno y empresa familiar

Es necesario armonizar estrategia, organización y gobierno en la empresa, como explican Adrián Caldart, Joan Enric Ricart y Alejandro Carrera en el libro General Management in Latin and Ibero American Organizations: A Humanistic Perspective, publicado por Routledge. No puedo estar más de acuerdo con ese enfoque.

En la empresa familiar, contar con órganos de gobierno es especialmente crítico para separar los temas de familia de los de empresa, y evitar tensiones. Así lo explico en el capítulo del libro dedicado a las empresas familiares que Adrián, Joan Enric y Alejandro me invitaron a preparar, y en el que analizo el papel del consejo de administración, del family office y del consejo de familia.

Del consejo de familia hemos hablado largo y tendido en este blog. Se trata de un órgano de gobierno propio de las empresas familiares que sirve para separar los temas de familia y los de empresa. Al establecer claramente los límites entre las esferas corporativa y familiar, ayuda a evitar muchos conflictos.

Por ejemplo, la evaluación de rendimiento de los miembros de la familia que trabajan en la empresa suele ser una tarea delicada, porque cualquier comentario puede ser tomado como un ataque personal. Lo mismo sucede cuando se ha de valorar la idoneidad de un miembro de la familia para ocupar algún cargo dentro de la empresa.

En estos dos casos, contar con ayuda externa permite realizar valoraciones imparciales y objetivas, dejando de lado las cuestiones emocionales y afectivas. El consejo de familia podrá manejar mucho mejor esas situaciones si cuenta con información lo más objetiva e imparcial posible.

Este órgano de gobierno también facilita la rendición de cuentas entre familiares, algo que nunca es sencillo, y menos cuando se comparte un negocio con el que cada miembro de la familia puede tener una vinculación distinta. El consejo de familia proporciona un foro en el que pueden participar los familiares y tener voz, sean o no parte activa en la empresa familiar, e independientemente del rol que ocupen.

Además, el consejo de familia es una buena plataforma para aprovechar la experiencia de las generaciones más mayores, que pueden compartir sus conocimientos con los miembros más jóvenes de la familia y ofrecerles orientación sobre el negocio, sobre sus estudios y sobre la vida misma. Esta labor de mentoría es muy valiosa, aunque a veces no sea lo suficientemente valorada.

Como vemos, las ventajas de contar con un consejo de familia son numerosas, pero todavía hay muchas empresas familiares que no lo tienen. La mayor dificultad es implementarlo, pero los beneficios son tantos que vale la pena el esfuerzo. Con este decálogo que preparamos hace algún tiempo, seguro que os resulta más fácil ponerlo en marcha. ¡Suerte!