El poder de la mujer en la empresa familiar

Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cuando anualmente se pone de relieve los logros sociales, económicos, culturales y políticos de las mujeres, así como los obstáculos que siguen socavando la igualdad de género en el mercado laboral y otros ámbitos sociales.

Empecemos con las buenas noticias: en las últimas décadas, se han conseguido avances innegables, como atestiguan numerosos estudios. Por ejemplo, en EE.UU., las mujeres poseen hoy el 42% de las empresas privadas y emplean colectivamente a más de 9,4 millones de personas.

Además, entre 2012 y 2019, los ingresos brutos de las empresas propiedad de mujeres superaron a los de los hombres, creciendo casi un 52% frente a un 34%.

Desafortunadamente, a nivel global estas cifras son muy inferiores. La tasa de actividad emprendedora entre la mujeres se sitúa en el 11% tras crecer 7 puntos en los dos últimos años en más de 60 países, mientras que en España, solo el 4,5% de los emprendedores son mujeres.

A pesar de su ímpetu demostrado y alto nivel de preparación –más de la mitad tienen estudios superiores –, tienen menos oportunidades y facilidades comparado con otros países europeos, según el Global Entrepreneurship Monitor.

En el ámbito de las start-ups, los avances hacia una mayor diversidad e igualdad siguen siendo mediocres. Según un estudio de 2018 de HBS y Columbia University, las actitudes divergentes basadas en el género podrían ser el motivo de esta brecha.

En su estudio, los autores analizaron rondas de financiación de más de 200 empresas durante un seis años. Su conclusión: los inversores de capital riesgo utilizaron preguntas muy distintas según fuera mujer o varón quien presentaba la oferta.

Utilizando transcripciones de audio y vídeo, descubrieron que a los hombres se les ofrecía una plataforma para compartir sus visiones y planes de futuro y, por tanto, atraer más financiación. En cambio, se ponía a las mujeres a la defensiva, con preguntas sobre las posibles pérdidas, responsabilidades y riesgos de mercado de sus proyectos.

Como era de esperar, sus tasas de éxito a la hora de conseguir financiación fueron muy inferiores a las de sus homólogos masculinos.

La mayoría de los estudios realizados hasta la fecha han explorado las contribuciones y dificultades de las mujeres en el mundo empresarial en general, así como la brecha salarial de género –incluso en la remuneración de trabajos esencialmente iguales.

Pero, ¿qué ocurre con las mujeres en el ámbito de la empresa familiar? En este terreno, sabemos mucho menos, lo que resulta sorprendente teniendo en cuenta que las empresas familiares representan más del 70% del PIB mundial.

En los estudios sobre empresas familiares, el papel de la mujer se describe a menudo como “oculto” o “invisible” como las “chief emotional officers” y guardianas de las tradiciones y valores familiares.

Entre las conclusiones más destacadas de la encuesta STEP Global Family Business 2019 es la necesidad de que las mujeres logren una mayor visibilidad para evitar ser pasadas por alto, y de que los equipos de liderazgo estén formados tanto por hombres como por mujeres para garantizar el crecimiento corporativo a largo plazo.

Otro hallazgo clave: la carencia de investigaciones sistemáticas sobre el rendimiento y el liderazgo de las mujeres en las empresas familiares. A pesar del papel vital de las empresas familiares en la economía global, apenas se ha investigado su dinámica de diversidad de género y cómo ésta podría influir en su liderazgo, gestión y rendimiento corporativo.

Las mujeres siguen infrarrepresentadas en los puestos directivos, por lo que es crucial comprender mejor sus contribuciones y los factores que limitan su ascenso a la alta dirección.

Estamos llevando a cabo un nuevo estudio con mis colegas la Prof. Carmen Paz-Aparicio y la investigadora y docente María Rodríguez-García para arrojar más luz sobre las mujeres en la empresa familiar, centrándonos en tres fenómenos reveladores: la presencia de mujeres en puestos de liderazgo, su impacto en el comportamiento pro-organizativo y su potencial influencia en el rendimiento no financiero.

Como seguidores de este blog, seréis de los primeros en conocer nuestras conclusiones. Mientras tanto, espero que el Día Internacional de la Mujer sea una ocasión para reconocer tanto los hitos conseguidos como el largo camino aún por recorrer.

 

Imagen en la home: Thought Catalog · Unsplash