Otras veces me manifestado mis simpatías por ResPublica, un think tank británico muy activo en acciones sociales y, sobre todo, en ayudar a formar la opinión pública en su país. Aquí me remito a una entrada de Joanne Green titulada «It’s the ‘common good’ economy, stupid» (aquí, en inglés). Green hace algunas propuestas sobre la economia capitalista, basadas en la Doctrina Social de la Iglesia católica. Y las identifica en tres bloques: propósito (purpose), participación y comunidades políticas.
- Propósito. ¿Cuál es el propósito de la economía? En la Doctrina Social se dice que el bien común, que Green define como «buscar el bien de todos, sin excluir a ninguna persona o grupo». Afirma que el capitalismo ha perdido su propósito, en parte por la creencia de que los mercados encontrarán su propio objetivo, vía mano invisible. Y en parte por un concepto erróneo de libertad, entendida solo como ausencia de interferencia. Y señala que la obsesión en el crecimiento del PIB es una muestra de esa falta de sentido: todo lo que desea un gobierno es que su PIB real crezca más, más que antes, más que el de los demás países. Y con ello se olvida de otros objetivos no menos relevantes, como su sostenibilidad o el progreso social: «reducir la pobreza, crear empleos decentes, aumentar la sostenibilidad medioambiental y promover la estabilidad».
- Participación. Green centra el problema de la falta de participación de los ciudadanos en la marcha del país en la desigualdad. Menciona la típica distinción entre igualdad de oportunidades y de resultados, para decir que falta una tercera: la igualdad de participación. Porque hay muchos que no pueden participar: parados, discapacitados, personas no suficientemente cualificadas… Y la clave esta en que las personas florecen como tales no porque tengan más o menos oportunidades, o más o menos riqueza o ingresos, sino más o menos participación: «los seres humanos deben ser los sujetos (los artesanos) de su trabajo y de su destino», dice Green.
- Comunidades políticas, ante las cuales deben ser responsables los que elaboran y ejecutan las políticas (ResPublica es una institución con claro sentido comunitario). Esto coincide con el principio de subsidiaridad de la Doctrina Social Católica, afirma Green. «Los ciudadanos y las comunidades, a través del debate político, deben ser los principales árbitros de qué políticas económicas son más adecuadas para sus intereses».
Buenas ideas para el capitalismo pero lo que falta es el concenso en la organización y mientras haya intereses es dificil lograrlo.