No escuchen a los grupos de presión

Perdón por poner otro post hoy, pero no puedo resistirme, a la vista del artículo de John Kay en el Financial Times de hoy («No escuchen a los lobbies [grupos de presión]: nunca se retiran», aquí, en inglés).

Los lobbies tienen recursos abundantes e intereses duraderos; los que se les oponen suelen ser grupos reducidos, que tienen éxito durante un tiempo, pero luego se les acaban los fondos, o tienen otras cosas que hacer. Y la opinión pública es volátil: hoy arremete contra un grupo de poder, pero mañana se olvidará.

Kay pone tres ejemplos: las propuestas para limitar las operaciones que los bancos comerciales pueden hacer, porque ponen en peligro el dinero de sus clientes y acaban exigiendo ayudas públicas para salvarlos (¿le suena esto al lector?), la propuesta de alargar los derechos de autor de la música grabada, de 50 a 70 años, y las restricciones a la competencia de los bancos en el sistema de pagos.  

La teoría de la democracia dice que corresponde a las autoridades velar por el bien común,…

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4 thoughts on “No escuchen a los grupos de presión

  1. Estimado Antonio,
    me gustaría si fuera posible tenre su mail para hacerle preguntas más enfocada a la Ëtica y RSE porque doy esa cátedra acá en Guayaquil, Ecuador
    gracias de antemano
    Karina

  2. El concepto de Democracia que evocas lamentablemente sólo se ha quedado como tal en los libros o páginas web. A las autoridades hoy por hoy se les ha olvidado velar por el bien común, y se han volcado hacia el bien «personal» y «empresarial»

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