¿Podemos hacer algo frente a la corrupción?

Santiago Viteri y José Luis Ruiz de Alba comentan mi reciente entrada sobre la corrupción; Santiago pregunta qué se puede hacer cuando ese fenómeno está tan arraigado y generalizado que parece imposible erradicarlo. Y me he acordado de una historieta que leí hace años (no sé si es verdad): la de un grumete que se cayó de un barco en alta mar, y no sabía nadar. Se dieron cuenta, el barco dio la vuelta y, ¡oh milagro!, lo encontraron vivo. Después de recogerlo, le preguntaron cómo había sobrevivido, si no sabía nadar. Y él contó otra historieta, que había oído a su madre cuando era pequeño: la de la rana que cayó en un recipiento de leche; las paredes eran muy altas y no tenía punto de apoyo para saltar. Pero se puso a patear, hasta que convirtió la leche en manteca y pudo, por fin, dar al salto. Lo que el grumete había hecho había sido mover las piernas como la rana, hasta que lo recogieron.

¿Cómo se puede combatir la corrupción? La tentación es decir que no podemos, que es imposible, que somos tan poca cosa… Pensando así, el grumete se habría ahogado. Lo que hemos de hacer nosotros es poner todos los medios para luchar contra la corrupción, cada uno según sus posibilidades, cada día, aunque sea solo un poco. Por ejemplo, escribir a los medios de comunicación, a los políticos y a los jueces, y no una vez, sino frecuentemente, si es posible (ahora, con los medios electrónicos, lo es). Sí, ya sé que parece una tontería, pero, como dicen los periodistas, cuando llega una carta es señal de que hay otros cientos de cartas que otros lectores querían haber escrito y no lo hicieron. Leer a los que critican la corrupción y dan ideas sobre cómo sobrevivir con ella. Acudir a instancias superiores: las empresas, por ejemplo, a las asociaciones empresariales, generales o sectoriales, locales o nacionales; los profesionales, a sus colegios. Escribir a los que luchan contra la corrupción, para animarles. Lo que sea: pero hacer cada día algo, aunque parezca irrelevante.

Un colega del IESE, el profesor Antonino Vaccaro, escribió un caso sobre una asociación italiana que se dedicó a luchar contra la Mafia. Tarea difícil, claro, y peligrosa. Cuando algún comerciante que no pagaba el impuesto mafioso sufría una represalia por parte de la Mafia, ellos reaccionaban con fuerza, organizando protestas callejeras, escribiendo a los periódicos, llamando a los políticos, a los policías y a los fiscales, acudiendo a la televisión, llenando los periódicos de cartas… Al menos conseguían que la Mafia interrumpiese sus represalias.

Sí, ya sé que todo esto es poco. Pero me parece mejor que esperar a que «alguien con buena voluntad y poder suficiente haga algo algún día». Porque esto es lo que esperan y desean los corruptos.

4 thoughts on “¿Podemos hacer algo frente a la corrupción?

  1. Apreciado Antonio
    Gracias por invitarme a participar en este Blog
    Como ya sabes ,fuí profesor de Etica Empresarial en el programa de Doctorado de mi Departamento de Organizacion de Empresas de la UPC, y en el desarrollo de su programa docente, siempre establecía, que la lucha contra la corrupción lo más eficiente era que cada uno de nosotros en el desarrollo de nuestro quehacer cotidiano, nos esforcemos en cumplir con nuestro Codigo Etico y con la proyeccion de la Responsabilidad Social que ello comporta, y si todos vamos exiguiendo esta premisa, a todos los que nos rodean, a la larga consiguiremos una sociedad mas limpia y conforme con el comportamiento Etico y con su proyeccion de una Responsabilidad Social eficiente,Luis Mª Armengou

  2. Soy Fiscal en Lima Perú, y trabajo en un Fiscalía especializada en temas de corrupción. A un amigo le pedí un consejo como no permitir que las influencias vulneren un investigación, lo que a veces lamentablemente pasa y me recomendó que avance en silencio y cuando tenga todo recién soltar «la bomba». Funciona. Uno tiene la responsabilidad no de eliminar la corrupción sino de combatirla con su propio trabajo, haciéndolo bien y no siendo corrupto. Con eso se logra bastante y el ejemplo cunde.
    Gracias.

    1. ¡Excelente idea! No nos quedemos bloqueados por aquello de «yo no puedo hacer nada». ¡Claro que podemos!

  3. Estimado Antonio: gracias por citarme y por el ejemplo que pones. Siguiendo el símil de la rana en recipiente. Hoy va de story-telling. Se dice que si la rana salta a un recipiente de agua hirviendo, lo nota de golpe y rebota automáticamente para no quemarse. Pero en cambio si ya estaba en ese recipiente que se va calentando poco a poco, se va quedando aletargada y tan a gusto del calor, que cuando rompe a hervir ya no es capaz de saltar y queda atrapada. Eso sucede con la corrupción que cuando el ambiente que rodea está todo corrupto cabe el riesgo de «acostumbrarse» y «aletargarse» o «conformarse». Por eso como dices esas micro acciones pueden servir para mantener la piel fina ante la corrupción. Feliz Domingo, José Luis

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