No sé cuál es la empresa más ética del mundo. Nadie puede saberlo, porque la ética no es un conjunto de prácticas, sino una manera de hacer las cosas, en la que cuentan los objetivos, la misión, la cultura, los errores y las rectificaciones. Digo esto porque acabo de enterarme de que ya sabemos, por fin, cuáles son esas empresas (aquí, en inglés). Bueno, puede que sí, pero estoy seguro de que, si de verdad lo son, les dará vergüenza reconocerlo, porque no se lo creerán, ya que se verán todavía demasiado lejos de lo que buscan. Claro, porque la empresa ética es un proceso, no un resultado (algo así como «sume los puntos conseguidos y, si tiene más de 350, su empresa es ya una empresa ética»).
Me parece que una empresa muy, muy ética puede ser grande o pequeña, industrial, agrícola o de servicios, pública o privada, pero animada, en todo caso, por una actitud de servicio a los clientes, y a los clientes de sus clientes (¡oh, la segunda derivada, qué importante es para averiguar las buenas intenciones de una organización!), y a la comunidad local. Y de verdaderas ganas de ayudar a sus empleados y directivos, para que se ganen honradamente la vida (lo mejor que puedan, claro, pero ya se sabe que, tal como está la crisis, los sueldos no van a ser muy altos), para que continúen aprendiendo, para que puedan ser cada día mejores personas, para que puedan sacar adelante mejor a sus familias y ser mejores ciudadanos… y para que se preocupen realmente unos de otros, y de sus clientes, y de los clientes de sus clientes… Y, claro, los propietarios querrán tener una remuneración adecuada, si es posible muy alta, pero estarán más preocupados por lo que hace su empresa que por el dividendo que les proporciona, porque tienen su conciencia, y saben que no todo vale, ni siquiera en la jungla de los mercados financieros. Y así sucesivamente.
Y esto en un entorno de recesión, con la necesidad de reducir gastos (¿habrá que reducir la plantilla?), sin crédito de los bancos, con dificultades para cobrar… y para pagar puntualmente, con ideas bonitas pero con una realidad dura, muy dura, que hace que sus directivos regresen a casa cada día arrastrando los zapatos («haces mala cara, cariño»: ¡vaya, se me olvidó que tenía que sonreír antes de abrir la puerta!). Y cuando se miren en el espejo, por la noche, pensarán que han cumplido con su deber, solo que las cosas han sido más difíciles de lo que pensaban, pero que mañana lo harán mejor. ¡Ah!, y tengo que pedir perdón a Fulano, que he estado algo brusco con él, y no se lo merece. Y darle las gracias a mi secretaria, que me para muchos golpes telefónicos. Y así un día y otro. ¿Quién le dará un premio a esa empresa? Porque, ¿quién se enterará de lo que ha hecho hoy, con auténtica ética, diría que con heroísmo, esa empresa?
Siendo yo cristiano, mi etica la baso en los 10 mandamientos y en el amor de Dios, pero dentro de la sociedad, ¿Cómo se puede cuantificar la etica?, solo por las cosas bien hechas, que al pesarlas con las mal hechas ganan??
Pero si las cosas mal hechas las dejan escondidas y no las dejan al publico, o simplemente las hacen ver como cosas que se debian hacer, entonces no veo patron de calificación.
Aunque apoyo varias empresas que a mi parecer son muy buenas en su práctica de etica profesional.
Seorimícuaro
La etica , concepto intangible , pero real desde el punto de vista de efectos sociales , economicos,politicos, sobre el como actua una empresa en cuanto a todo , productos, empleados,sociedad , medio ambiente , creo que no todo se debe hacer responsable a la empresa , el encargado de develar un marco juridico con normas determinadas , previa o post autorizacion de una actividad economica , son los legisladores , en conjunto con la comunidad cientifica,con economistas en cuanto al punto de vista global y competencia y en conjunto con los empresarios, para llegar a normas de funcionamiento de sustento social, ambiental y de redito economico, una armonia dificil , mas no imposible, si vemos la necesidad global de equiparar condiciones de vida en la poblacion ,la etica puede ser determinada y visualizada en cuanto a normas establecidas y evolucionadas segun la necesidad de cada epoca, y conjunto de necesidades sociales del lugar.
Buenas noches profesor,
Me gustaría pensar que la humanidad evoluciona y progresa con estos principios éticos y morales, aunque la realidad parece indicar todo lo contrario. Da la sensación que seguimos con la lucha , ya no de clases, sino mas bien de civilizaciones para controlar los recursos naturales, las finanzas internacionales y proteger los intereses de grandes corporaciones multinacionales. No tengo muy claro que el mundo vaya a ser mas ético, solidario,… Y en definitiva mejor que el de nuestros antepasados. Hemos evolucionado mucho tecnológica e industrialmente, pero nos queda una asignatura pendiente, y seguramente la mas difícil,la ética.
Le ruego que me permita plantear una hipótesis (no estoy muy seguro de si correcta o incorrecta): el valor económico de los actos supuestamente éticos no puede ser el mismo si existe reconocimiento, (público o privado), que si no existe reconocimiento.
Por tanto, tendría sentido pensar en una política, (pública o privada), cuyo objetivo fuera compensar por estos comportamientos éticos que no han recibido ningún tipo de reconocimiento y compensación económica (y que podrían basarse esencialmente en convicciones personales)?
Gracias, Oscar. Dolo dos comentarios. Uno: ¿quién decide qué acciones son éticas y merecen reconocimiento? No me atrevería a dejarlo en manos de los políticos… Dos: está ampliamente comprobado que cuando a la gente se le paga por hacer algo bueno que antes hacía «porque era su deber», dejan de hacerlo. Si pagamos a la gente por ser ética (aunque sea un pago en reconocimiento), estamos falseando la ética. Hemos de ser éticos porque eso es lo que debemos hacer, porque eso es lo que queremos hacer, porque eso es la excelencia para nosotros…
Estimado profesor Argandoña,
Muchísimas gracias por su respuesta.
Entonces, si hablamos de empresas, las convicciones éticas podrían llegar a convertirse en un incentivo a la innovación tecnológica en determinadas líneas?
Por ejemplo, mi empresa produce de una forma menos contaminante, aunque esto pueda suponer un coste mayor. La empresa podría aguantar esto durante un tiempo, pero si queremos seguir en el mercado, (y mantener nuestros principios exclusivamente en el ámbito privado), la única posibilidad podría ser la mejora de los métodos productivos.
O tendría sentido difundir estas convicciones individuales? Tal vez entonces dejaríamos de hablar de ética (y ya sería otra cosa)?
Oscar