Mensajes de buen gobierno para inversores y consejeros

Hace unos días asistí en la sede del IESE en Madrid a una sesión del Programa de Continuidad co-organizada con mi colega Joan Fontrodona, que contó con la colaboración de Borja Miranda, de Sodali, y de Miguel Calvo, del Grupo Norte. Trataba de la ética en la empresa, a propósito de lo que hemos aprendido en la crisis reciente, y se centraba en los que ocupan las posiciones principales en las empresas: consejeros, accionistas e inversores. En la sesión, que moderó Joan Fontrodona, tomé nota de algunas conclusiones interesantes:

  • La actuación ante la crisis se centró, sobre todo, en la solución de los problemas de los clientes (¡uau!).
  • El ejemplo de los de arriba (Presidente, Consejo, CEO) es clave. El Consejo es el responsable de la conducta.
  • Los empleados tienen que entender siempre cómo actúa la empresa y por qué, para poder apoyarla y estar orgullosos de ella.
  • El responsable más alto debe preguntar habitualmente por las cosas que considera importantes. Por ejemplo, si la empresa quiere ser proactiva con la contratación de discapacitados, esto debe aparecer regularmente en los despachos con el Director de Personas. Así, estos temas se convierten en cultura de la empresa.
  • En una crisis, y siempre, hay que controlar cómo crea valor la empresa, cuáles son sus capacidades distintivas, sus puntos fuertes y débiles…
  • Actuar con agilidad ante los problemas.
  • Proteger a nuestra gente. Que puedan confiar en lo que hace la empresa.
  • Ser transparentes con los inversores. Ellos quieren saber qué quiere la empresas, cuáles son sus valores… Ellos aceptan que la empresa se oriente al largo plazo, aun a costa de rentabilidad a corto, pero esto hay que contárselo. Y contar con ellos, escucharles.
  • Huboun amplio acuerdo en que no hace falta más regulación, sino mejor regulación.
  • Y que el bueno gobierno se extienda también a las empresas medianas y pequeñas, con flexibilidad, sin atosigar.