El coraje de pedir ayuda

«El coraje de pedir ayuda» es el título de una entrada en el blog del Ambit María Corral (aquí, en catalán). Me gustó. En su sencillez su autora, Esther Borrego, dice una gran verdad. Cuenta la historia de una persona que le llamó para pedirle ayuda. «Esa persona pedía ayuda, la necesitaba, y nosotros la podíamos ofrecer, pero ¡qué valentía venir a decirnos que necesitaba ayuda, con esta sencillez, honestidad y coraje! El que pedía ayuda no lo sabe, pero esa tarde nos hizo un gran regalo a todos, porque había sido un día difícil, y justo cuando parecía que algunas veces acompañar a alguien no da fruto, llama esa persona para pedirnos ayuda». El que pidió ayuda mostró su humildad; el que la dio mostró su generosidad y, sobre todo, el que pidió ayuda hizo al que la dio el gran regalo de darle la oportunidad de pensar en los demás. 

3 thoughts on “El coraje de pedir ayuda

  1. Es natural a todos,ser y hacer,hoy pedir y despues dar,o hoy dar y valorar el pedir,este caso,el hombre no se realiza en la mucha disposicion,es feliz en el diario hacer,en lo pequeño o gran esfuerzo desplegado cada dia para alcanzar objetivos, es una constante cadena de realizacion que da forma a una vida, la economia y la industria,deberan analizar hasta que punto hacer todo disponible al hombre es sano,hasta que punto no dar forma a ese que hacer de cada dia,en la total disponibilidad y comodidad,generara satisfaccion a un pueblo.

  2. Estimado y respetado profesor: ¡Qué oportuna me ha llegado esta entrada de su blog! Justo cuando nuestra organización requiere de la ayuda de varios actores para concretar y desarrollar un sueño. Ahora con más coraje, humildad y honestidad pediremos la ayuda, que por ser empresa, no dejamos de necesitarla.
    Un abrazo fuerte.

  3. Estimado profesor. Copio un texto de Leonardo (Polo) para validar en todo su contexto antropológico, esta entrada: «Paralelamente el conocimiento de la ley natural corre a cargo de la sindéresis a la que, en cierto modo, equivale. En cambio, no corresponde a la razón práctica […] porque la razón práctica no conoce el ser personal, sino sólo los medios. Al describir la virtud de la justicia como la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo, se sienta la noción de lo justo, es decir, de la correspondencia entre el derecho y el deber. Pero dicha correspondencia sólo se da entre personas». Creo que la RS y en parte, toda la economía, se rigen por esta conclusión. Saludos latinoamerincaicos.
    Por consiguiente, la virtud de la justicia es superior a la virtud de la prudencia, a la que eleva a su propio nivel en tanto que los intercambios y las distribuciones implican medios

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