No es una idea nueva, pero no todos la practican. No trabajes solo. Una empresa mediana no puede tener un departamento de asuntos legales para ella sola. Una empresa pequeña no puede tener un departamento de seguridad para ella sola. Y sin embargo, cuando hablamos de Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) nos parece que podemos hacerlo todo nosotros solos.
Mi consejo sería: no trabajes solo. Tienes un proyecto de RSE interesante, que puede beneficiar considerablemente a la comunidad en que trabajas, donde tienes tu fábrica, donde viven muchos de tus empleados. Fenomenal. Pero no trabajes solo. Entérate de si hay otros que están haciendo esas cosas que a ti te gustaría hacer. Y si es así, y son de fiar, únete a ellos. No trabajes solo.
«Pero es que no sé si me puedo fiar de ellos». Haz lo que harías si tuvieses la oportunidad de hacer una alianza con otra empresa de tu sector, quizás un competidor: abordarle, ver lo que hace, conocerle, quizás colaborar en alguna cosa de menor envergadura, ir compartiendo ideas y proyectos. Timberland, el famoso fabricante de botas, recibió un día una petición de una onegé, que necesitaba botas para sus voluntarios que iban los fines de semana arriba y abajo bajo el frío y la lluvia. En lugar de darles las botas, el presidente se fue con ellos, vio lo que hacía, se dio cuenta de que era muy bueno, y de que sería muy útil para sus directivos y empleados hacer algo parecido, porque aprenderían mucho… y empezó una colaboración que cambió la imagen de la empresa y su manera de entender la RSE.
Lo dicho: trabaja con otros. No inventes la rueda. No confíes solo en tus cualidades. Suma tus esfuerzos con los de otros. Hay otro que conocen el terreno mejor que tú. Aprende de ellos. Claro que… no tendrás el protagonismo en exclusiva. De acuerdo, pero, ¿tú quieres ser protagonista o socialmente responsable? Pues… trabaja con otros.